Habrá seguidores de Badiola que tras leer todo lo desvelado por GARA estos meses, y especialmente ayer y hoy, preferirán creer que este periodista es capaz de inventarse hasta los céntimos y los días de los pagos realizados, pero el problema es que Kutxa y los jugadores tienen la posibilidad de confirmar todo porque tienen medios para conocer la realidad. Y se ha hablado de muchas cosas, pero lo más importante a corto plazo es que la Real debe pagar a sus jugadores antes del 30 de junio unos 4,5 millones de euros, y que ni Kutxa ni los futbolistas pueden confiar en Badiola tras lo sucedido estos meses y ante el riesgo de ir a la Ley Concursal antes del 3 de julio a pesar del rechazo que recibió de una amplia mayoría en la Junta. Allí dio a entender que con el dinero de Diputación iba a poder pagar las fichas, cuando esta cifra asciende sólo a 1,8 millones de euros y no es suficiente.

El otro recurso habitual ha sido Kutxa, pero la entidad financiera ha dejado claro a los diferentes Consejos que no puede ampliar su deuda porque ni el Banco de España se lo permite. Y menos a alguien que no genera confianza, porque Badiola mintió en la Junta con los pagos que ayer desvelaba GARA, sin entender que la cuenta desde la que se hacen es accesible para las personas que trabajan en Kutxa, que pueden confirmar fácilmente la veracidad de nuestras informaciones. ¿Cómo puede confiar Kutxa en una persona que es capaz de faltar a la realidad públicamente de esta manera, simplemente para intentar buscar la cuadratura del círculo y desmentir que Martí había cobrado el 100% de antemano -él trasmitió por diversas vías que sólo le había pagado un 70% y dijo lo mismo en la Junta- o para querer trasmitir que la due diligence fue pagada con los 2.200.000 euros que presenta como préstamo.

Resulta revelador que Kutxa tuviera que pedir información como otros accionistas y que sólo recibiera lo mismo que se colgó en la página web.

La Real está en serio riesgo de bajar a Segunda B. No lo haría si Badiola cumple su palabra y asume los más de cuatro millones de euros de conceptos que él se comprometió a abonar en el caso de que el club no subiera a Primera. Si no cumple y no hay cambio en el Consejo, el futuro del club ahora parece en serio riesgo, salvo que se logre traspasar a los mejores jugadores de cantera, que parece ser la vía en la que más se trabaja.

Porque tampoco parece creíble lo que dijo sobre una segunda inyección económica de más de dos millones. Y es que es difícil creer nada, si, en algo a lo que tiene acceso Kutxa y que es conocido por los jugadores, no dice la verdad. ¿Cómo es creíble todo lo demás, cuando no se puede demostrar? ¿Qué credibilidad tiene todo lo que dijo sobre irregularidades con el dinero negro?