Roman Kreuziger es el descubrimiento de la Vuelta a Suiza, que concluye hoy en Berna. El jovencísimo corredor de Liquigas -cumplió 22 años en mayo-, que ya había destacado recientemente en el Tour de Romandía, sumó ayer la mejor victoria de su corta carrera, a la que esta tarde añadirá la clasificación general de la ronda helvética.

En una cronoescalada durísima -los ciclistas debían superar 1.500 metros de desnivel en los 25 kilómetros entre Altdorf y el alto de Klausen, especialmente exigentes en su segunda parte-, en la que se marcaron grandes diferencias, escaladores y contrarrelojistas lucharon por llevarse el gato al agua. El vencedor, no podía ser de otra manera, fue un hombre que se defiende en todos los terrenos. El checo, campeón del mundo junior en 2004, ha demostrado que puede estar entre los mejores cuando la carretera se empina, pero también destaca en la lucha contra el crono. Una de las dos victorias que lucía su palmarés hasta ahora, de hecho, la había conseguido en esta modalidad, en la que este año también se había movido con los mejores en la Paris-Niza o en el Tour de Romandía -el año pasado fue segundo en las prólogos de ambas-. Precisamente en la prueba suiza, el pasado mes de mayo, firmaba su mejor actuación hasta el momento en una prueba por etapas, al concluir en la segunda plaza, por detrás de Andreas Klöden.

También precisamente, fue el corredor alemán uno de los pocos que ayer pudo seguir la estela de Kreuziger, al acabar tercero, a 17 segundos. En medio se coló Rujano, cuyo tiempo pareció imbatible durante casi toda la carrera.

Damiano Cunego, Franck Schleck, el incombustible Jens Voigt -también estuvo con los mejores en la dura cronoescalada a Corones del pasado Giro- e Igor Anton completaron las primeras posiciones de la etapa, aunque sus diferencias fueron considerablemente mayores. 1.'49'' cedía, concretamente, el corredor de Euskaltel-Euskadi, en una buena actuación.

No se puede decir lo mismo del hombre que partía con el maillot de líder. Kim Kirchen, que contaba con 27 segundos de ventaja sobre Kreuziger, se dejaba tres minutos y medio por el camino, lo que le hacía incluso salir del podio, para caer hasta la séptima plaza de la clasificación general.

Sí se mantiene entre los tres mejores Igor Anton, al que sólo superan en la general Kreuziger y Klöden. Y así terminarán las cosas porque la última etapa de la Vuelta a Suiza parece reservada a los sprinters. Aunque la recta final de los 168 kilómetros entre Altdorf y Berna, con dos puertos de 4ª y circuito urbano de remate puede dejarles con un palmo de narices.