Mueren seis soldados de la OTAN y unos cien insurgentes en Afganistán
GARA |
Las autoridades afganas y de la coalición internacional informaron ayer de la muerte de al menos seis militares extranjeros en varios ataques con explosivos en el sur y este de Afganistán. Además, en los dos últimos días han fallecido unos cien insurgentes en el marco del operativo que tropas del Ejército afgano y ocupantes están desarrollando en Argandab contra los talibán.
El incidente más grave contra fuerzas de la OTAN tuvo lugar en la provincia de Kandahar, donde un artefacto explosivo mató a cuatro militares e hirió a dos más. Otra explosión acabó con la vida de un soldado polaco de la ISAF, dejando heridos a otros cuatro, en la provincia suroriental de Paktika. En Fará, el viernes un militar murió a raíz de otra explosicón.
Operación en Argandab
Al margen de estas bajas, al menos un centenar de insurgentes han muerto en el transcurso de la operación que un millar de soldados y policías afganos están desarrollando junto a tropas de la ISAF contra los talibán concentrados en el distrito de Argandab, a 20 kilómetros de Kandahar, según informó ayer un general afgano.
«Las pérdidas enemigas han sido muy elevadas. Los cuerpos de 94 enemigos fueron hallados en el lugar», afirmó el general Sher Mohammad Karimi, jefe de operativos del Ejército afgano. Añadió que fueron detenidas 30 personas, algunas de las cuales «reconocieron haberse escapado de la cárcel de Kandahar».
El 13 de junio, un comando talibán asaltó la cárcel de Sarposa, en Kandahar, y liberó a cerca de 1.100 presos, 400 de ellos presuntos talibán. Las operaciones de búsqueda continúan en el distrito.