«La muerte de la niña de dos años y medio de Ziburu ha sido accidental». De esta manera tan taxativa lo comunicó la fiscal de Baiona, Anne Kayanakis. El cuerpo de la pequeña fue hallado en la guardería Marinela de esta localidad el jueves sobre las 17.00. Ésa es precisamente la hora en la que los padres suelen recoger a sus hijos, y cuando, aprovechando el buen tiempo, una veintena de pequeños jugaban ese día en los columpios.

Una de las profesoras encontró el cuerpo al pie de un tobogán e intentó aplicar a la menor inmediatamente los primeros auxilios, pero fue en vano.

La comisaría de Donibane Lohizune se ha hecho cargo de inmediato de la investigación y, de momento, lo que ha trascendido es que la autopsia practicada al cuerpo de la niña revela que murió tras «una asfixia mecánica». Esta explicación ha sido ofrecida por la propia fiscal de Baiona para aclarar este lamentable suceso.

«La muchacha apoyó su mejilla en una zona curvada del tobogan. La presión le ocasionó una pérdida de conocimiento. Y, en ese momento, la presión contra la arteria carótida fue mayor, lo que provocó su muerte», explicó el hecho.

Sin embargo, las circunstancias de la muerte deben seguir siendo investigadas. «Lo único que sabemos es que el accidente se produjo hacia las 16.30. Dos empleadas estaban al cuidado de los niños. Llamaron a los niños de más de 18 meses y se dieron cuenta de que la niña estaba tumbada en el suelo», explicó.

Por su parte, los padres de la pequeña han decidido interponer una querella contra la guardería por un homicidio involuntario. Mientras, un experto se encargará de examinar el tobogán para determinar su fabricación, condiciones del montaje y su mantenimiento.