Mariano Rajoy es reelegido presidente del PP con el 84% de los votos
El líder de la derecha española, Mariano Rajoy, fue reelegido ayer presidente del PP por el 84% de los compromisarios reunidos en el XVI Congreso de Valencia. La crisis vivida por el partido en los últimos meses auguraba un importante voto de castigo, que finalmente fue del 15%.
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El único candidato a la presidencia del PP, Mariano Rajoy, fue reelegido presidente del partido con un 84,24% de los votos de los compromisarios acreditados en el XVI Congreso celebrado en la Feria de Valencia. El 15,76% restante fueron votos en blanco, un porcentaje que castiga al líder del PP batiendo todas las marcas registradas en los congresos anteriores, aunque la crisis que ha rodeado a la formación de la derecha española en las últimas semanas auguraba un porcentaje aún mayor. Hasta ahora, el récord en voto en blanco lo ostentaba Manuel Fraga, que en 1989 recibió un 12,5%.
Tras ser reelegido presidente, Rajoy dirigió unas palabras a los delegados en las que agradeció el apoyo y prometió que hará todo cuanto esté en sus manos para «estar a la altura de las circunstancias».
«Soy el presidente del PP porque vosotros habéis querido», comenzó su breve intervención nada más ser reelegido líder de los populares.
Previamente, había garantizado que no va a modificar ni renunciar a ninguno de sus principios, aunque advirtió de que el PP no puede recrearse en la contemplación de los mismos, sino en ganar las elecciones.
Abogó por «un partido unido y solidario y con vocación de centro y por cambiar no de ideas, pero sí de procedimientos para ser más atractivos y más convincentes», ya que «ha faltado eficacia e insistencia en la difusión» de esas ideas.
«No debemos cambiar el rumbo pero hemos de hacer las cosas mejor; las mismas cosas, pero mejor», precisó antes de recordar algunos de los principios esenciales de su partido, como son «la unidad de España y la igualdad de los españoles, la nación, la derrota del terrorismo, la solidaridad, la educación, la familia y la justicia».
Además, defendió la posibilidad de llegar a «acuerdos razonables» con los nacionalistas sin renunciar a los principios, que no está dispuesto a rebajar y en torno a los cuales «nunca va a haber acuerdo», e hizo hincapié en que en el PP no sobra nadie, ni siquiera los que abandonan ahora sus responsabilidades en el partido.
Insistió en que el PP es el partido más grande del Estado español y de centro que «no arrastra ni doctrinas ni orejeras» y que «no tiene prejuicios sectarios y no desprecia nada que le parezca razonable».
Mariano Rajoy respondió así al presidente de honor del PP y ex mandatario español, José María Aznar, quien en su alocución previa había advertido de que no tendría sentido renunciar a un proyecto «de éxito y solvente» y había pedido que no se olvidara que en 1996 la fórmula de éxito del partido fue «primero ganar las elecciones y después gobernar con diálogo y acuerdos».
«Por ese orden, y que no se nos olvide», dijo un Aznar que reivindicó su gestión e insistió en que «llegamos a acuerdos para hacer más fuerte a España, no para debilitarla, como hace el socialismo simpático».
Incidió en que en la dirección del partido que salga de este congreso deben estar los mejores y nadie debe quedar en el camino. Así, reclamó, entre otras cosas, la vuelta de María San Gil y José Antonio Ortega Lara al partido.
La relación entre Aznar y Rajoy estuvo ayer en boca de los dirigentes del partido después del frío saludo entre ambos que hubo el viernes en el plenario del Congreso, aunque la mayoría se limitó a asegurar que se trata de una cuestión «anecdótica».
El Comité Ejecutivo aprobado por el Congreso, del que forma parte la nueva secretaria general, María Dolores de Cospedal, otorga un peso especial a los representantes del partido en Andalucía, Madrid y el País Valencià y se excluye a los críticos. Además, entre los miembros de designación directa de Rajoy, se incluye al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; a Ana Botella, esposa de José María Aznar, y a Mari Mar Blanco, her- mana de Miguel Ángel Blanco.
Mariano Rajoy fue reelegido con el menor porcentaje de votos desde la refundación del PP, en 1990, ya que en los últimos años todos los presidentes del partido habían obtenido un respaldo superior al 90%.
Durante la mañana de ayer en la sesión plenaria del Congreso del PP se aprobó casi por unanimidad, con sólo dos votos en contra, un texto en el que se retiró, eliminando sus siglas, la crítica expresa al PNV introducida por María San Gil, quien abandonó la redacción del documento precisamente por desavenencias con su contenido.
La redacción definitiva denuncia que algunos miembros del Gobierno de Lakua apuestan por acabar con el«terrorismo», «pero sus actos desmienten sus palabras y colaboran de manera insuficiente en la derrota de ETA».
Entre otras cuestiones, la Ponencia apuesta por una reforma constitucional parcial para reforzar las competencias del Estado y garantizar la defensa del castellano como lengua oficial, junto a un «bilingüismo equilibrado», y recoge el rechazo a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, y la defensa de la igualdad y de la familia.
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Ignacio Astarloa, padre de la Ley de Partidos y hombre de confianza de Ángel Acebes, anunció su renuncia a sus cargos de responsabilidad y su intención de continuar únicamente como diputado en el Congreso español.