El impacto de las canteras
El hormigón devora el agro y los parques naturales
Los grandes paganos de la propuesta de Lakua para abrir nuevas canteras en la CAV serán las explotaciones agroganaderas y los espacios naturales protegidos por el propio Ejecutivo. El 47% de las hectáreas cultivables de Bizkaia y el 40,2% de Gipuzkoa se verán afectadas, así como siete de los nueve parques naturales.
Agustín GOIKOETXEA
El estudio del Ente Vasco de la Energía (EVE) y el Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Lakua contempla 131 nuevas canteras en 112 masas canterables; 45 a cielo abierto y 67 subterráneas. Podrían afectar al 78% de la superficie total de los parques naturales existentes en la CAV y a un 20% de los LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) de la Red europea Natura 2000, además de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Cinco canteras, por ejemplo, las ubican los técnicos en el Parque Natural de Urkiola.
Ekologistak Martxan, que ha efectuado un análisis acerca de los estudios preliminares del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Áridos Calizos, incide en que se verán afectados importantes acuíferos subterráneos, algunos de los cuales abastecen a poblaciones; es el caso de Mañaria, donde existen captaciones del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.
Durangaldea, considerada por los técnicos como «exportadora» de áridos calizos a otras comarcas vizcainas y guipuzcoanas, dispone de la última cantera a cielo abierto que se abrió en la CAV, Apario, hace 14 años. Propiedad de Cementos Lemona, su ampliación en los frentes de Bedia, Lemoa e Igorre es considerada «estratégica» a largo plazo para esa planta cementera.
Con explotaciones a pleno rendimiento como la de Apario y las de Markomin Goikoa, Mutxate y Zallobenta, para la próxima década se plantean extracciones bajo el subsuelo en Peña Lemona, Arlanpe, Urtemondo, Aldebarrena, Untxilatx, Axpide y Atxiki en los municipios de Abadiño, Atxondo, Dima, Durango, Lemoa, Mañaria e Igorre. Los expertos autores del plan de Lakua se inclinan por impulsar la minería interior de viejas canteras en desuso o en aquellas donde las reservas a cielo abierto se están agotando, con lo que trataría de reducir el impacto visual, que no las afecciones al medio ambiente. La patronal es remisa ya que sus beneficios actuales mermarían.
Desde Ekologistak Martxan estiman que esta solución puede generar «un problema muy importante» si las galerías invaden espacios naturales protegidos. «La polémica de la posible explotación de una mina de calcita en el Parque Natural de Aizkorri-Aratz se puede volver a repetir», inciden.
Son las áreas rurales las más amenazadas por la extracción de caliza para abastecer a las constructoras. En Urola Kosta, donde sólo está abierta la cantera de Sistiaga, el número de espacios canterables se elevaría a once -siete subterráneos y cuatro a cielo abierto-. Entre los ocho municipios en los que se localizarían las nuevas explotaciones -Aia, Azkoitia, Azpeitia, Beizama, Bidegoian, Errezil, Zarautz y Zestoa-se concentra el 77,9% del suelo cultivable de la comarca.
En el caso de Arratia-Nerbioi, donde se ubica la explotación de Nafarrondo, en Orozko, se elevaría a catorce el número de lugares considerados aptos para extraer caliza, seis subterráneos y ocho a cielo abierto. En los siete municipios afectados -Bedia, Dima, Igorre, Lemoa, Orozko, Zeberio y Zeanuri- se encuentra el 73,8% del suelo cultivable de esta zona.
Ante la aprobación inicial del Plan Territorial Parcial (PTP) de Arratia por parte de la Diputación, la izquierda abertzale presentó en enero unas alegaciones en las que calificaba de «vergonzoso» el tratamiento que se daba a estas explotaciones «diciendo que no son de su competencia».
En las áreas de Gernika-Bermeo y Markina-Ondarroa se proponen otros 25 puntos canterables, en siete municipios que concentran el 70,8% del suelo cultivable.
También las explotaciones ganaderas sufrirían las consecuencias negativas de la extracción de piedra, gravas y arenas, ya que en las localidades vizcainas afectadas se concentra un 45,64% de la cabaña y en las guipuzcoanas, un 40,5%. Para Ekologistak Martxan, un importante número de hectáreas dedicadas a explotaciones ganaderas se pueden ver afectadas por el polvo, ruido, explosiones y movimientos de camiones.
Previsiones «desorbitadas»
Los ecologistas consideran «desorbitadas» las previsiones de nuevas canteras efectuadas por el Ejecutivo de Lakua y solicitan una moratoria en la concesión de nuevas licencias, así como una reflexión pública sobre el consumo de hormigón, especialmente en las nuevas infraestructuras y crecimientos urbanísticos. En su análisis, Ekologistak Martxan considera «abultada» la previsión de la demanda de áridos calizos para los próximos años, fruto de unos parámetros de crecimiento «insostenible» que pivota sobre la construcción del TAV, nuevas infraestructuras viarias y portuarias, así como la edificación de más viviendas.
En la actualidad existen en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa 52 canteras, de las cuales solamente 28, según el organismo ecologista, disponen de declaración de impacto ambiental. Estas explotaciones se localizan principalmente en Bizkaia (29) y Gipuzkoa (19), donde se extrae caliza, arenisca, marga y mármol. Su reserva media es de 20 años. Además, 1.474 están abandonadas, habiendo quedado sin rehabilitar la mayoría de los puntos de extracción de roca.
Ekologistak Martxan considera que, paso previo a la redacción del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Áridos Calizos definitivo, el Ejecutivo de Lakua tendría que suspender «temporalmente» la concesión de nuevas licencias, «especialmente en zonas cercanas a núcleos urbanos o situadas en espacios naturales protegidos». Además, denuncian que algunas empresas, como la que pretende explotar de nuevo la vieja cantera de Txorokil, usan los estudios del EVE para ponerla en marcha.
Desde el organismo ecologista critican que los planes de situación, cortes geológicos y cálculos de cubicación -el volumen de material que se pretende extraer- incluidos en el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto que se trata de implantar en Barazar-Zeanuri son los redactados por el ente dependiente del Gobierno de Lakua.
La de Ekologistak Martxan no es la primera denuncia sobre la pretensión de volver a extraer caliza de Txorokil, ya que en las alegaciones de EAE-ANV al PTP de Arratia destacaban que este paraje se encuentra en la unión de los parques naturales de Urkiola y Gorbeia. Asimismo, se incidía en que en las cercanías hay una cueva que alberga a una especie amenazada, los murciélagos.
Los ecologistas afirman que no se evalúan los impactos sobre el medio físico, sociourbanístico y natural. «Creemos que es imprescindible hablar de dichos impactos, que afectarían a 75 municipios; en Bizkaia 42 y en Gipuzkoa 28».
Al margen de las canteras donde se extraen áridos calizos, en la CAV existen otras 30 explotaciones que no se contemplan en los planes actuales de las autoridades autonómicas. Los ecologistas reclaman un plan general para todas las canteras.
Aunque el documento de Ekologistak Martxan se circunscribe a analizar los planes del Ejecutivo de Lakua para la apertura de nuevas canteras en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa con las que abastecer de áridos a proyectos como el TAV y otras infraestructuras viarias, el avance de estas explotaciones también es un hecho constatable en Nafarroa.
A través de las páginas de GARA, son constantes las denuncias de ecologistas y vecinos por las afecciones que las canteras están generando, como es el caso de Olatzagutia, donde la ampliación de la explotación de Egibel, que abastece unas margas de excelente calidad a la planta cementera de Portland, acabó en Urbasa con 6.631 hayas jóvenes y 120 pinos.
En esa misma localidad de Sakana se encuentra la cantera de Aldoiar, que, al igual que la de Egibel, está muy próxima al núcleo habitado, además de otros viejos tajos de extracción en las cercanías como son el de Koskobilo, Biokoitz, Birigarrako Zabal y Orobe.
Son algunas de las 144 explotaciones canteras y graveras que salpican Nafarroa Garaia, en las que se arrancan gravas, calizas, areniscas, yesos, ofitas, mármol, granito, magnesita, margas o tierras vegetal. Una de las ubicaciones que más impacto visual provoca es la de Tiebas-Muru Artedeterra, a unos doce kilómetros de Iruñea, que en sus tres tajos devora buena parte de la Sierra de Alaitz. Otra cantera, junto al hermoso desfiladero de Oskia, está «comiéndose» el monte Bizkai entre las localidades de Atondo y Errotz, junto al río Arakil. Relacionada con esta explotación está la de Igoa, más conocida en la localidad como cantera de Kaskailu. Se encuentra situada a 200 metros de unos caseríos y a unos 800 metros del pueblo, en un precioso entorno natural de hayedos y pastizales.
Son ejemplos a los que hay que sumar la de Urbasa, junto al túnel de Lizarraga; en Olazti, Magnesitas de Eugi-Aldube y Ledia; y Bearin, a escasos kilómetros de Lizarra.
En Ipar Euskal Herria, la mayoría de las explotaciones se encuentra en Lapurdi, en las faldas de Larrun, en Azkaine, Zuraide, Urruña y Sara. En Nafarroa Beherea, en el barrio de Eiheralde, en Baigorri, y Buztintzen; y en Zuberoa, en Gotaine.
La propuesta del Gobierno de Lakua contempla la apertura de 131 nuevas explotaciones en el periodo 2004-2014. «Cuadriplica el número de canteras de áridos existentes, sobre 112 emplazamientos; 45 a cielo abierto y 67 subterráneos».