Mañana está previsto que se inicie en Iruñea un juicio contra varios policías forales acusados de haber agredido a un joven en la celebración del Día de la Policía Foral, que se llevó a cabo el pasado 1 de marzo en Lizarra. Según han explicado desde el movimiento pro amnistía de Lizarraldea, los hechos sucedieron cuando agentes forales obligaron a identidicarse a Beñat Miñano, argumentando que su indumentaria les había parecido sospechosa. Éste se negó, tras lo cual fue agredido y golpeado por los policías, que posteriormente procedieron a su detención.

El joven tuvo que ser trasladado a un hospital por las lesiones y hematomas que presentaba en la cara, el hombro y un ojo. Denunció que, tras ser retenido, lo llevaron a la parte trasera de un furgón, donde le propinaron «una paliza», llegando incluso a pisarle la cara. En estos momentos, el joven se encuentra a la espera del juicio.

Estos hechos han sido denunciados por vecinos de la localidad, que han llevado a cabo diversas iniciativas y movilizaciones en protesta por la brutalidad policial y el control al que se ven sometidos los habitantes de la zona. De hecho, para el próximo viernes, el movimiento pro amnistía ha convocado una manifestación «contra la represión por parte de la Policía Foral de Nafarroa y la Guardia Civil», que partirá a las ocho de la tarde desde la Plaza de los Fueros de Lizarra. No obstante, afirman que la comentada agresión es «sólo un botón de muestra de las numerosas acciones represivas» a las que día tras día se ven sometidos los vecinos de Lizarraldea.

Amenazas y humillaciones

Desde el movimiento pro amnistía alertan también de que «por desgracia, los controles de carretera, las humillaciones y amenazas, las identificaciones, los abusos de autoridad, los insultos y las agresiones por parte de la Policía Foral y la Guardia Civil se han convertido en algo cotidiano en Lizarraldea».

«Nos hemos acostumbrado a escuchar cómo a gente de nuestro entorno les han bajado los pantalones en un control o les han puesto multas por colocar carteles o participar en movilizaciones», algo que a su juicio deja de manifiesto que «la libertad de expresión está cara en Lizarra».

«Hemos sido muchas veces perseguidos sin haber cometido ningún delito, solamente por pensar como pensamos. Quizá eso ya sea demasiado grave en esta supuesta democracia a la española», critican de manera enérgica desde el movimiento antirrepresivo.

Consideran que la Guardia Civil desarrolla una labor represiva «porque el PSOE así se lo ordena» y que, en paralelo, «UPN trata de frenar cualquier avance del movimiento popular, obstaculizando su trabajo y mandando para ello a la Policía Foral a molestar a la juventud y a toda persona que se mueva bajo unos parámetros diferentes a los establecidos por la derecha más recalcitrante de toda Europa». Por todo ello, exigen a las Fuerzas de Seguridad del Estado que «abandonen de una vez Euskal Herria» y a los agentes de la Policía Foral, que «se conviertan en un cuerpo al servicio del pueblo».