Vuelta a Suiza
Fabian Cancellara vuelve a burlar a los velocistas
El corredor suizo ofreció otra exhibición de potencia, al saltar del pelotón en los últimos metros. La general no sufrió cambios y concluye con la victoria de Roman Kreuziger y con Igor Anton en el tercer puesto.
Amaia U. LASAGABASTER | DONOSTIA
Dos días después, se repitió la historia. La Vuelta a Suiza parecía destinada a concluir con un sprint masivo, pero Fabian Cancellara lo evitó. El corredor de CSC ofreció otra exhibición de potencia -cayó prácticamente desfallecido nada más cruzar la línea de meta- para saltar de un pelotón lanzado en los últimos metros y sumar su segunda victoria en la prueba.
La historia previa de los 168 kilómetros entre Altdorf y Berna fue la que cabía prever. Es decir, escapada controlada por el pelotón, que aceleró en los kilómetros finales. Esta vez fueron cinco corredores los que saltaron, cubiertos los treinta primeros kilómetros. Una aventura -protagonizada por Duclos-Lasalle, Fran Pérez, Tjallingii, Lill y Weissinger-, que nunca tuvo expectativas de triunfo, teniendo en cuenta que las diferencias no superaron los tres minutos en ningún momento.
Pero una vez cazados, al pelotón le costó organizarse; lo que, unido al trazado urbano de los últimos kilómetros, provocó que algún valiente intentase sabotear el previsible sprint. Valiente y superdotado, porque saltar a ese ritmo no está al alcance de cualquiera. Lo intentó Philippe Gilbert y parecía que lo iba a conseguir, pero a Cancellara no deben gustarle las imitaciones y saltó por detrás del corredor belga para atraparle y acabar superándole en el último suspiro.
La clasificación general no sufrió cambios y concluye con Roman Kreuziger (Liquigas) en lo más alto, seguido por Andreas Klöden (Astana) e Igor Anton. El corredor de Euskaltel-Euskadi, que firmaba su mejor actuación en una prueba por etapas del ProTour, realizaba «un balance muy positivo» de su actuación. «Estoy muy contento con mi rendimiento -añadió-. En la Euskal Bizikleta ya me encontré bien, pero es una carrera diferente. La exigencia en Suiza ha sido mayor, aquí hay rivales como Klöden o Cunego y todos los días son complicados».
El vizcaíno reconoció acabar «un poco cansado, porque son nueve días de competición seguidos y se nota en las piernas. Además, la cronoescalada fue muy dura y te deja tocado. Pero el equipo ha estado muy bien y con un triunfo de etapa, cuatro días de amarillo y el tercer puesto en el podio, volvemos a casa muy contentos», subrayó.
Roman Kreuziger, por su parte, cree que este «puede ser el verdadero inicio de mi carrera profesional, todavía no lo he asimilado». Pese a la alegría, el checo se muestra cauto de cara al Tour, en el que debutará este año. «Sobre todo, voy a aprender», reconoció.