Israel reabre dos pasos fronterizos a la entrada de mercancías en Gaza
La reapertura por parte de las autoridades hebreas de dos pasos fronterizos para permitir la entrada a la Franja de Gaza de mercancías supuso ayer un ligero relajo en el cerco sobre este territorio, 72 horas después de la entrada en vigor del alto el fuego entre Israel y Hamas. En su primera visita oficial a Israel, Nicolas Sarkozy subrayó que la creación de un Estado palestino es esencial para la seguridad de Israel.
GARA |
Fuentes de la seguridad palestina informaron de que el Ejército israelí reabrió ayer los pasos de Nahal Oz, destinado a la entrada de fuel, y de Sufa, situado en el sureste de Gaza y empleado para la entrada de bienes comerciales y humanitarios.
Por la mañana, cientos de camiones y otros vehículos comerciales esperaban frente a ambos pasos, algo inédito desde que hace un año Israel estrechara su cerco sobre la Franja de Gaza después de que Hamas se hiciera con el poder.
«Una vez que se ha permitido la entrada en Gaza de los bienes a través de los pasos, los camiones palestinos van a recogerlos y a distribuirlos», explicó Mahmud Subeih, un camionero palestino, mientras esperaba frente a la terminal de Sufa.
Según indicó la agencia de noticias Maan, al paso de Sufa llegaron 90 toneladas de mercancías que fueron depositadas a 500 metros de la frontera, en el lado palestino, cargamento cuya mayor parte eran alimentos y suministros médicos para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y otras organizaciones del ámbito sanitario.
Además, la apertura de la terminal de Nahal Oz, donde camiones cisterna esperaban en el lado palestino, aguraba un nuevo envío de combustible, aunque algunas informaciones apuntaban a que no se iba a producir ninguna entrada de combustible más allá del mínimo establecido por Israel.
El portavoz de la Oficina de Coordinación del Ejército israelí para la Franja de Gaza, Gil Karie, informó a France Presse de la apertura de un tercer paso, el de Karni, extremo que más tarde fue desmentido por el Ejército. Karie indicó que «hacemos comprobaciones diarias sobre la seguridad y si la calma continúa abriremos los puntos de paso todos los días».
Hamas exige la reapertura del paso de Rafah, en la frontera con Egipto, que no puede realizarse sin la autorización de Israel, pero las autoridades hebreas vinculan la cuestión a la liberación del soldado Gilad Shalit, capturado en junio de 2006.
Desde que en noviembre declarara Gaza «territorio enemigo», Israel limitó la entrada a este territorio palestino de combustibles y alimentos hasta tales extremos que la situación se acercaba a la de una crisis humanitaria, según han denunciado reitaradamente ONG y organismos inernacionales.
La relajación del cerco y el aumento de la entrada de bienes forma parte del acuerdo de alto el fuego temporal que entró en vigor el pasado jueves. Según este acuerdo, Israel incrementará en un 30% la cantidad de bienes que permite entrar en la Franja de Gaza.
El bloqueo establecido por Israel contra este territorio palestino ha dificultado en distinto grado a entrada de bienes de primera necesidad, alimentos, materiales de construcción, combustibles, medicamentos e, incluso, ropa, calzado y muebles, que no llegaban desde hace un año. Pero, además, prohibía a los más de un millón y medio de gazatíes salir del territorio.
La reapertura de los pasos fronterizos coincidió con la primera visita oficial, de tres días, del presidente francés, Nicolás Sarkozy, a Israel, donde al ser recibido por todo lo alto manifestó que la creación de un Estado palestino es esencial para la seguridad del Estado judío. «Estoy más convencido que nunca de que la seguridad de Israel no estará garantizada hasta que no exista un Estado palestino», subrayó. Antes de iniciar su viaje denunció el ataque contra un joven judío, gravemente herido, ocurrido el sábado en París.
La ONG Comité Público contra la Tortura en Israel (PCATI) denunció ayer que el maltrato de soldados israelíes a palestinos arrestados y esposados es un «fenómeno extendido» ante el que las autoridades políticas y militares del país cierran los ojos.
El informe divulgado ayer se basa en los testimonios detallados de 90 palestinos, así como de soldados que presenciaron los abusos, y que veían cómo sus compañeros trataban frecuentemente con violencia a los detenidos, quienes en muchos casos estaban esposados y con los ojos vendados y no representaban ninguna amenaza.
«En algunos casos, el maltrato a los detenidos palestinos es tan violento que se les hiere de gravedad. En otras, se manifiesta en una rutina de golpes y trato degradante», añade la ONG.
Los menores, a los que la ley israelí y los tratados internacionales conceden protección especial, también son víctimas de los abusos, según el PCATI, que agrega que «los soldados explotan sus debilidades».
Además, desde la Segunda Intifada de 2000 estas «prácticas abusivas» incluyen el empleo de perros, animal que los musulmanes consideran impuro, en las detenciones y el transporte.
A modo de conclusión, la ONG israelí denuncia la «casi absoluta indiferencia» del Ejército, el Ministerio de Defensa y el Parlamento ante este fenómeno, que se sustenta en un «débil sistema legal» que efectúa «un número muy pequeño de investigaciones y trámites judiciales respecto a los casos de maltrato por parte de soldados israelíes».
Como respuesta, el Ejército subrayó su «respeto a la seguridad del detenido» y a las leyes israelíes e internacionales.
La Oficina Central de Estadísticas Palestina (OCEP) difundió ayer los resultados de su último estudio, que asegura que el número de refugiados palestinos repartidos por el mundo supera ya los seis millones de personas.
