El Tribunal de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha confirmado la sentencia que declaró nulo el despido de un informático del BBVA y condenó a la entidad a pagar al empleado 30.000 euros por daños morales. UGT había denunciado que el despido era «una clara represalia por la beligerancia mostrada en los tribunales con el fin de integrarse en la plantilla del banco» a lo largo de más de tres años y medio. UGT mostró su satisfacción por la sentencia y apostó por la defensa de los trabajadores que sufren acoso laboral.

Según expicó UGT, la sentencia considera probado que desde julio de 2005 Miguel Angel Fernández fue apartado de su trabajo en Azertia Soluciones Informáticas, al denunciar «el prestamismo laboral del que era objeto» y solicitar su incorporación a la plantilla del BBVA.

El TSJPV obligó en marzo del año pasado al banco a integrar al trabajador, pero el mismo día de la incorporación fue despedido con la justificación de «causas organizativas». La sentencia conocida ahora señala que no hay razones que justifiquen el despido y que el mismo supone la vulneración de sus derechos. Además, señala que, como consecuencia, sufrió trastorno adaptativo mixto con ansiedad y síntomas depresivos, por lo que impone la indemnización de 30.000 euros, «una de las más altas dadas por la jurisdicción social», según el sindicato, que considera la sentencia «un éxito».