El Gobierno español ha ordenado reforzar todo el perímetro que separa a la plaza africana de Melilla del resto de Marruecos tras los dos últimas asaltos de inmigrantes que se registraron el domingo, destinando a la vigilancia de la alambrada más patrullas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles.

Esta medida supone extender a toda la frontera el refuerzo que inicialmente se estableció en el puesto fronterizo de Beni-Enzar tras los dos asaltos.

Después de que decenas de inmigrantes cruzaran la frontera sorprendiendo a la Policía española a las 4 de la mañana del domingo, otro grupo realizó un segundo intento entrada la noche del domingo coincidiendo con la tanda de penalties del partido de fútbol Italia-España.

El Gobierno español saludó la colaboración de la Policía marroquí para reprimir estos dos asaltos. Siete inmigrantes fueron trasladados al hospital de Nador tras el primer incidente, oficialmente por haberse «desmayado».

Si el segundo asalto resultó frustrado por la actuación policial a ambos lados de la frontera, el primero pilló totalmente desprevenida a la Policía española, que seguía buscando a una veintena de inmigrantes.

Ocho seguían ayer detenidos y el resto, una cincuentena, fueron devueltos «en caliente».

Primero en dos años

Se trata del primer asalto masivo desde desde 2006. A mediados de aquel año, un inmigrante murió en el intento

En 2005 resultaron muertos catorce inmigrantes, varios de ellos por disparos policiales, al intentar cruzar las vallas de Ceuta y Melilla, «protegida» desde entonces con una valla de seis metros de altura.