Contrariamente a lo que pudiera pensarse tras el resultado de la última asamblea de accionistas, el actual Consejo de Administración de la Real Sociedad considera que «hay razones para pensar que una mayoría de la masa social sigue apoyando el camino iniciado el 3 de enero».

Mediante una nota de prensa publicada en la página web del club, los rectores de la entidad txuri urdin, que no se sienten «especialmente inquietos» por lo acontecido hace una semana, explican el rechazo obtenido a sus propuestas por la «gran cantidad de voto delegado», ya que, según exponen, «menos de una decena de accionistas acumularon una cifra aproximada de 23.000 títulos, casi el 43% de las acciones que votaron».

Ahondando en esta misma línea, se indica que pese a que «los Estatutos de la Real Sociedad no permiten la tenencia de más del 2% del capital social del Club, es conocido que distintos miembros de varias familias tradicionalmente ligadas con la gestión del Club y sus empresas ostentan un gran número de acciones».

Unas personas a las que adjudican «haber tenido puestos de responsabilidad en el periodo abarcado por la «Due Diligence»», por lo que «dado el contenido del informe técnico independiente, parece presumible que quien pueda sentirse incómodo haya votado en contra de todo».

Estudio de acciones legales

«Ni la «Due Diligence» ni la información suministrada a los accionistas durante la Junta pretende mancillar el honor de nadie -continúa la nota-. Únicamente informan de una serie de actuaciones que se han desarrollado en periodos anteriores al presente. En ningún momento se ha dicho que esas actuaciones hayan sido conocidas y aprobadas por todos y cada uno de los miembros de los sucesivos Consejos».

Pese a que los actuales responsables txuri urdines no llegan a calificar lo recogido en dichos informes «como delitos o actuaciones contrarias a derecho», avisan de que «está en estudio» emprender acciones legales «con base en los resulta- dos de las investigaciones realizadas y las que están en curso».

Por último, y en referencia a las críticas por un posible rechazo a la posibilidad de que se tratara una moción de censura en la asamblea, el Consejo se remite a cuestiones formales, como el que la reunión ya se hubiera dado por finalizada o que el turno de preguntas fuera anterior a la votación, «sin que nadie expresara queja alguna». De hecho, invita a que «los accionistas que quieran reprobar o sustituir al actual Consejo, a que acudan a la solicitud de una convocatoria de Junta Extraordinaria» para debatir tal asunto.