Otro Guggenheim en Urdaibai, una estrella electoral que nace lastrada por las incógnitas
Parece que la maquinaria ejecutiva e institucional que controla el PNV funciona ya a pleno rendimiento en su afán por llevar a la práctica la «política realista» con la que Urkullu pretende cautivar a ese electorado al que dibuja como cansado de ideologías trasnochadas y ávido de proyectos novedosos e ilusionantes.
No por casualidad, cuando en este tormentoso inicio de verano todos los focos apuntan al pleno del viernes en Gasteiz sobre la consulta de Ibarretxe, José Luis Bilbao, diputado general de Bizkaia y abanderado del ala jelkide contraria a aventuras y utopías, sorprende a propios y extraños con lo que, de momento, asoma como apunte de un esbozo que no llega a boceto, pero que resulta tremendamente efectista: levantar un nuevo Guggenheim en Urdaibai.
A partir de ahí, las incógnitas surgen a borbotones. ¿Es el mejor momento, en plena crisis económica, para gastar 100 millones de euros en otro museo? ¿Cómo se engarza un proyecto que persigue incrementar el turismo, que necesitará de fuertes infraestructuras asociadas, con el respeto escrupuloso a la Reserva de la Biosfera? El debate está servido. ¿Opinará Cearsolo?