Hacia el pleno del día 27
Lakua habla de momento histórico, como en 2004
La portavoz de Lakua, Miren Azkarate, habla de «fecha histórica» en relación al pleno parlamentario del viernes y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, insiste en estos días en que «no hay marcha atrás», discursos ya escuchados en 2004 con el Nuevo Estatuto que paró Madrid.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
Las «fechas históricas» en política son como las bodas y los partidos del siglo en la prensa rosa y en la deportiva: al menos hay una al año. En este 2008, en la CAV, cae en 27 de junio, a la espera de lo que pueda acontecer el 25 de octubre.
El Gobierno de Lakua hizo ayer una declaración institucional en la que afirma que «nos hallamos, sin duda alguna, ante una fecha histórica: porque por primera vez en nuestra historia el Parlamento va a debatir una iniciativa para dar la palabra al pueblo. Una iniciativa para que el pueblo se pronuncie democráticamente en una consulta». Además, en estos días, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha dicho en más de una ocasión que «la iniciativa sobre el derecho a decidir ya no tiene vuelta atrás».
Estas frases recuerdan a las que la misma portavoz pronunció en vísperas de la aprobación en el Parlamento de Gasteiz del Nuevo Estatuto Político en diciembre de 2004. En aquella ocasión, Miren Azkarate aseguró que la iniciativa del Ejecutivo de Lakua había «abierto un tiempo político nuevo» que «ya no tiene marcha atrás». «Hemos sentado las bases para que los ciudadanos decidan cómo va a ser su futuro», añadió Azkarate. Como se recordará, el proyecto aprobado en la Cámara autonómica fue rechazado por el Congreso de los Diputados, Lakua convocó elecciones y nunca más se supo de aquella iniciativa.
Durante su alocución de ayer, Azkarate insistió en la idea de que «resulta difícil de comprender que vaya a haber parlamentarios que le digan al pueblo que no tiene derecho a dar su opinión y a expresarse democráticamente».
El 73% de los 1.115 militantes de Ezker Batua que participaron ayer en un referéndum para conocer la posición de la formación sobre el anteproyecto de ley de consulta la apoyaron. Los críticos impulsaron la «abstención activa» al estimar que legitimaba a Javier Madrazo.
Todos los partidos entraron ayer en una rueda de especulaciones sobre el sentido del voto de Ezker Abertzalea en el pleno del próximo viernes, cada uno desde su propia conveniencia política y tratando de acercar su hipótesis al discurso político que ya tiene prefijado.
El presidente de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, afirmó ayer que si el Parlamento rechaza el viernes el proyecto de ley de consulta será «un varapalo» para el Gobierno tripartito. Pero en caso de que se apruebe, apostó en público por hacer cumplir la voluntad de la Cámara por encima de las prohibiciones que puedan llegar del Tribunal Constitucional español.
Ziarreta comenzó su intervención mostrando su convicción de que el proyecto será aprobado con los votos favorables de Ezker Abertzalea, aunque reconoció no tener ninguna información al respecto y estar hablando desde la idea de que a un grupo abertzale le resultaría muy difícil explicar a sus bases una posición contraria a la consulta.
Después hizo un breve recorrido histórico. Recordó que el Estatuto de Autonomía del 79 sirvió para dotar a la CAV de recursos con los que salir de la crisis que en aquellos años atenazaba a la economía vasca, pero señaló que este instrumento está ya «agotado» políticamente y tampoco sirve para hacer frente a los retos de la nueva transformación económica, que tendrá sus pilares «en la innovación y la tecnología». En opinión de EA, después de los intentos de superación del actual marco en el año 2004 a través del Nuevo Estatuto Político y más recientemente en el proceso negociador, y tras la última reunión entre Zapatero e Ibarretxe, ha quedado en evidencia que «se ha agotado también la posibilidad de un acuerdo con el Estado».
Según afirmó Ziarreta, «estamos en una situación de bloqueo y de veto infinito» por parte del Estado español, por lo que «la única solución es darle la palabra a la ciudadanía vasca». Desde este punto de vista, añadió que el PSE y el PP se oponen a la consulta porque «temen que el pueblo diga que el camino del 79 está agotado».
En cuanto a la posibilidad de que el Parlamento apruebe la convocatoria de la consulta pero un recurso al Tribunal Constitucional la paralice, Unai Ziarreta insistió en la idea de que EA «va a empujar» para que la iniciativa se lleve a cabo, puesto que «por encima de cualquier impedimento o iniciativa judicial está la voluntad soberana de este pueblo. Y si este pueblo dice el viernes que adelante con la consulta, nosotros vamos a empujar para sacar adelante la consulta, por encima de prohibiciones». Una vez más aseguró que «no estamos dispuestos a aceptar la derrota de antemano». En cualquier caso, no quiso avanzar cómo podría celebrarse una consulta prohibida. «No es bueno adelantar acontecimientos», concluyó.
