Aires de crisis en un Foro de Ermua partido en dos y con auditorías externas
Iñaki Ezkerra, presidente del Foro de Ermua, e Inma Castilla de Cortazar, su vicepresidenta, libran una pugna por hacerse con las riendas del grupo que hasta hace no mucho era buque insignia del españolismo en Euskal Herria. Hoy podría elegirse una nueva dirección.
GARA |
No es algo inhabitual que los grupos, colectivos, asociaciones y entidades de todo tipo que en los últimos años han dado cobijo a las figuras más mediáticas del nacionalismo español se vean envueltos en batallas internas, luchas cainitas y cruces de acusaciones. En esta ocasión es el turno del Foro de Ermua, buque insignia de aquellos que suspiraron por ver a Mayor Oreja de lehendakari y que en los últimos tiempos apenas encuentra hueco en los titulares de los medios más afines.
Resulta que cuando hace nueve meses el anterior presidente de este grupo, Mikel Buesa, abandonó el barco para unirse a Rosa Díez en su aventura en Unión Progreso y Democracia (UPyD) el columnista Iñaki Ezkerra tomó las riendas de aquella nave en horas bajas. Sin embargo, la gestión de Ezkerra no parece haber sido del agrado de una parte de la Junta Directiva, encabezada por la vicepresidenta, Inma Castilla de Cortazar.
La situación se ha deteriorado hasta el punto de que en este momento el Foro de Ermua está partido en dos, con una dura pugna entre los partidarios de Ezkerra y los contrarios a él.
El actual presidente contaría en su sector con el apoyo de la parlamentaria del PP Nerea Alzola, y de Antonio Aguirre, recientemente expulsado del PSE. Castilla de Cortazar, por su parte, estaría secundada principalmente por el abogado Fernando García Capelo.
Llegados a este punto, estaba previsto que hoy se celebrara en Gasteiz una Asamblea General extraordinaria para elegir a una nueva dirección, pero Ezkerra decidió aplazar la cita, que califica de irregular y contraria a los reglamentos internos. Sin embargo, frente a este envite, Castilla de Cortazar aseguró ayer que la Junta Directiva va a reunirse «en los términos en que había sido convocada».
«Campaña mediática»
En declaraciones efectuadas a Europa Press, la vicepresidenta del Foro de Ermua censuró la «campaña mediática que el presidente ha organizado contra el criterio unánime de la junta». En este sentido, consideró las declaraciones efectuadas por Ezkerra en los últimos días de «absolutamente improcedentes, innecesarias y en muchos casos no veraces».
Y es que, además de rechazar la convocatoria de la asamblea de hoy, Ezkerra ha acusado a sus oponentes de no presentar la información de las cuentas de la asociación que él había solicitado y ha esgrimido un informe en el que, al parecer, se reflejarían varias ««anomalías» en el ámbito económico.
Ezkerra acusa a sus opositores de «derroche económico» en sus actuaciones y de haber gastado 40.000 euros en dos actos que no tuvieron el apoyo de la Junta Directiva. El aún presidente ha solicitado una auditoría externa.