Sólo uno de cada diez contratos de trabajo es fijo
Sólo uno de cada diez nuevos contratos de trabajo es fijo
La precariedad laboral avanza en Hego Euskal Herria. Ni en época de bonanza ni con las reformas laborales, que favorecen a los empresarios, se ha bajado la tasa de temporalidad del 90% en la contratación. El Inem reconoce en un estudio sobre Araba que la precariedad está creciendo, «no cesa», pero es un elemento común en el mercado de trabajo vasco.
Juanjo BASTERRA
En los últimos siete años, entre enero y junio, la contratación laboral temporal no se ha reducido del 90% en Hego Euskal Herria. La bonanza económica de los últimos quince años no ha servido para que los empresarios realizasen una mayor proporción de contratos de trabajo indefinidos. Tampoco ha sido efectivo «El Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y el Empleo», firmado en Madrid a mediados de 2006 por el Gobierno español, las centrales CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme, ya que situó como objetivo fundamental «aumentar la estabilidad en el empleo» y, a la vez, ofrecer «mayor calidad y disminución de la precariedad laboral». Dos años después de esta última reforma del mercado de trabajo, una vez más, no ha logrado esas pretensiones iniciales. Es una historia que se repite desde el inicio de las reformas laborales en 1984. Las sucesivas reformas sólo han sido eficaces para los empresarios, que han conseguido abaratar el despido y reducir el pago de cotizaciones sociales, a la vez que han logrado mayores bonificaciones económicas.
Entre enero y junio de este año se han firmado en Hego Euskal Herria un total de 542.121 contratos de trabajo, pero sólo 54.105 contratos fueron indefinidos, incluyendo los contratos temporales convertidos en fijos. Desde 2002 a 2008, la tasa de temporalidad no ha bajado del 90%, lo que demuestra la elevada precariedad que atraviesa el mercado laboral vasco. Los datos oficiales del Ministerio español de Trabajo indican que el porcentaje de trabajadores temporales en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se encuentra en un 31% y en Nafarroa, el 31,2%.
Las perspectivas para un futuro próximo tampoco son halagüeñas. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) señalan un récord en la población ocupada en el ámbito vasco hasta alcanzar en el primer semestre de este año 1.297.500 personas ocupadas y 76.700 parados. Según estos datos, quiere decir que algo más de 400.000 trabajadores vascos tienen contratos temporales, lo que supone que tendrán, a la vez, unos salarios más reducidos. Se calcula que es un 40% menos que un trabajador fijo.
El Observatorio Ocupacional del Inem ha publicado recientemente un estudio sobre el mercado laboral de Araba. En el mismo trabajo se indica que «si medimos la precariedad del empleo por el número de contratos que la misma persona registra a lo largo de un año, tenemos que concluir que en Araba la precariedad es un hecho y va en aumento», según esa información oficial.
En ascenso
Según esos datos, la media de contratos se encuentra en 2,32, un índice muy similar al conjunto de Hego Euskal Herria. En este caso, el reciente estudio, publicado este mes, establece que en 2007 se firmaron en Araba 145.100 contratos con 61.641 personas. La mitad de estos trabajadores mantuvieron un contrato anual, pero, como detalle, indica que 735 personas firmaron un total de 18.276 contratos, es decir una media de 24 contratos en un año, o dos al mes.
En general, en Hego Euskal Herria el 40% de los contratos de trabajo temporales tienen una duración inferior a un mes; el 52% no pasa de los tres meses y en torno al 70% no sobrepasa los 180 días de trabajo.
Con la aparición de la crisis económica, el desempleo aumentará y la tasa de temporalidad también lo hará. El secreto de la baja tasa de paro que existe en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa se encuentra en el alto grado de la precariedad laboral. La rotación permite que se contrate a más gente y que el coste salarial sea más bajo, por lo que los beneficios empresariales aumentan. Es lo que ha estado pasado en estos tres últimos lustros. De hecho, algunos analistas sociolaborales confirman que el secreto del boom de la economía española en los últimos años se basó en la elevada temporalidad que mantiene, ya dobla la media de la Unión Europea. Sin embargo, en época de crisis y, aunque en Hego Euskal Herria no tenga la misma virulencia que en el Estado español, los empresarios quieren mantener los resultados económicos positivos, para lo que continuarán precarizando el empleo y optarán por el despido de más trabajadores. Este segundo factor ya se está produciendo en algunas grandes empresas del sector del automóvil, como ha anunciado estos días Renault, entre otras muchas empresas.
Los jóvenes, más afectados
El último informe sobre «las Perspectivas del Empleo» en los países de la OCDE recoge que la precariedad juvenil en el Estado español, que alcanza el 66%, es más del doble de la media de los treinta países que componen esa organización internacional, pero en Hego Euskal Herria esa tasa de temporalidad sobrepasa el 70%, como indican ELA y LAB en diferentes trabajos.
Tras el verano, el Ministro español de Trabajo reanudará las convesaciones con los sindicatos UGT y CCOO y las patronales CEOE y Cepyme para abordar medidas de choque en el mercado de trabajo. Los empresarios ya han advertido que ante la crisis actual se deben reducir los escasos mecanismos de seguridad en el empleo que tienen los trabajadores. Tratarán de abaratar el despido, aún más.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, respondió hace unos días que «no toca socializar las pérdidas», pero es una respuesta inicial preparatoria para el encuentro. Esta situación de incremento de la precariedad laboral se produce, por otro lado, en un mercado de trabajo que cada vez está más cualificado, como reconoce el índice Laboral Manpower. Sin embargo, también reconoce que los salarios no han mejorado.
La precariedad tiene un efecto devastador sobre las ganancias de los trabajadores. La OCDE reconoce que el salario real de los trabajadores descendió entre 1995 a 2005 en un 1,5% en el Estado español. En diez años de fuerte crecimiento económico, puesto que los beneficios de las empresas han aumentado en más de un 73%, los salarios de los trabajadores han caído en un 4%. El estudio de la OCDE reconoce esa pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y advierte que, en el caso español, se debe a la baja calidad del empleo que se ofrece en el mercado de trabajo. Esta situación también se ve en la tarta de la riqueza económica que se produce. El peso de los salarios se encontraba en 1996 en un 50,61%, sin embargo en la actualidad se ha reducido al 46,4%. En el otro lado de la balanza, se encuentran los beneficios empresariales, que han mejorado. Es decir, la precariedad laboral está llevando al empobrecimiento cada vez más elevado de los trabajadores.
90%
Entre enero y junio se han firmado un total de 542.121 contratos de trabajo en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, pero sólo 54.105 fueron fijos.
18.276
En Araba, según el Inem, 735 personas firmaron en 2007 un total de 18.276 contratos de trabajo durante todo el año. Supone que cada una rubricó 24 contratos, es decir una media de dos contratos al mes.
En este mercado de la temporalidad, las ETT se están presionando para conseguir mayores beneficios con la subcontratación de trabajadores, ya que desde AGETT, una de las grandes patronales del sector, está metida en una campaña de cara a lograr que se las permita convertirse en Agencias Privadas de Empleo, como ocurre en la Unión Europea. Las ETT no son los únicos agentes que intervienen en el mercado laboral, pero en Hego Euskal Herria intermedia un 24,2% del mercado laboral.En este caso, hay que recordar que a nivel del estado español la intermediación de las ETT supone el 16% de la contratación temporal, sin embargo en Hego Euskal Herria se encuentra en el nivel más alto del resto de comunidades autonómicas. Las empresas asociadas a AGETT, sin embargo, mantienen un control muy alto sobre la contratación, ya que en el ámbito de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa controlan el 52% de los contratos de ETT y en Nafarroa, el porcentaje de la intermediación se sitúa en el 31,6%
Los datos son inapelables, porque en el año 2000, siete años después de aparecer en el mercado, realizaron 182.298 intermediaciones de trabajo, mientras que en el 2007 cerraron con 249.021 contratos, lo que significa un crecimiento del 36,6%. Entre enero y marzo de este año han firmado 52.702 contratos de trabajo por ETT.
La realidad europea muestra que la precariedad laboral también está avanzando, porque los empresarios se están dando cuenta que es más rentable contratar sin tener un vinculo para toda la vida con un trabajador. Esta realidad la adornan los empresarios con el único fin de rotar el empleo.