No son 34, como se difundió el jueves, sino 40 los obuses de la Segunda Guerra Mundial que han sido hallados en la costa de Sokoa. A pesar de que sea difícil de creer, este armamento ha estado abandonado durante todos estos años en las rocas de esta localidad labortana, tal como han confirmado los artificieros llegados desde Bretaña.

Estos, habrían descartado la posibilidad de trasladar los obuses desde los acantilados a un lugar más seguro, y habrían decidido desactivarlos allí mismo.

Cordón policial

Desde que una persona que paseaba en torno al fuerte de Sokoa se dio cuenta de la existencia de los obuses, y tras la confirmación por parte de los técnicos de que se trataba de material explosivo, la Policía francesa ha establecido especiales medidas de seguridad, y ha cerrado el camino que va al fuerte, así como la playa. Además, las viviendas que se hallan cerca del fuerte han sido desalojadas por precaución.

Este hallazgo ha sido objeto de comentarios y rumores por parte de unos vecinos que quieren saber cuándo desactivarán los mortíferos artefactos.