¿Quién no conoce la famosísima «Marcha turca» de Mozart? Se trata quizá de la pieza más conocida de entre las muchas de estilo turco que compuso el genio de Salzburgo, siguiendo una moda exótica que se impuso en Centroeuropa en la segunda mitad del siglo XVIII. El concierto que tendrá lugar esta tarde en el Victoria Eugenia nos permitirá descubrir las relaciones entre la música clásica occidental y el folklore de Oriente Medio, especialmente de Turquía, gracias a la actuación conjunta de Concerto Köln y el Ensemble Sarband, que tocarán música turca desde una visión clásica y música occidental interpretada alla turca de autores como Gluck, Süssmayer o el propio Mozart.

La historia de Concerto Köln se remonta a 1985, cuando varios músicos recién graduados en diversos conservatorios europeos decidieron unirse para formar un grupo que, según la crítica, destaca por una vivacidad y energía poco comunes. Trabajan sin un director permanente, fórmula que funciona gracias al intenso trabajo individual de sus miembros, aunque existe la figura de un director artístico, Werner Ehrhardt, para supervisar la evolución musical del grupo.

En cuanto al Ensemble Sarband, se trata de un conjunto formado por músicos de Bulgaria, Turquía, Líbano, Irak, Suecia, Gran Bretaña, Italia y Alemania que investiga las relaciones musicales entre Oriente y Occidente y entre las músicas judías, cristianas y musulmanes, utilizando tanto instrumentos antiguos europeos como laúdes y percusiones folklóricas de Oriente Medio.

Pero una de las particularidades más atrayentes del espectáculo de esta tarde será la oportunidad de ver a derviches de la orden mevleví, más conocidos como derviches giradores o giróvagos, en su hipnótica danza ritual llamada samá.

El samá consiste en girar sobre sí mismos con los brazos extendidos, al son de una música de flautas, atabales, tamboriles, kamanché y saz, hasta alcanzar el éxtasis místico. La danza simboliza «la ascendencia espiritual hacia la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego», y puede alcanzar varias horas de duración.

Según palabras del poeta sufí Jalal al-Din Muhammad Rumi (1207-1273), cuyos discípulos fundaron la orden giróvaga, «el samá es el adorno del alma que ayuda a ésta a descubrir el amor, a experimentar el escalofrío del encuentro, a despojarse de los velos y a sentirse en presencia de Dios».

La historia de los mevlevíes se remonta al siglo XIII y a la ciudad de Konya, en Turquía, donde actualmente descansan los restos de Rumi. Los mevleví fueron una orden sufí muy reconocida dentro del Imperio Otomano y entre ellos hubo varios funcionarios gubernamentales de importancia dentro del Califato, pero sus mayores aportaciones fueron músicos y poetas de gran renombre en la cultura musulmana. En 1923, Kemal Ataturk prohibió la orden mevleví en Turquía, pero, en los años 50, y visto que la danza derviche era una buena atracción turística, se permitió nuevamente a los mevleví realizar su ceremonia en Konya, en el aniversario de la muerte de Rumi. Hoy en día, el espectáculo es mundialmente famoso y se puede asistir a sesiones de danza mevleví no sólo en Turquía, sino también en Egipto y otros países turísticos del mediterráneo oriental.