El actor de la televisión israelí Tzahi Grad ha incursionado en un par de ocasiones en la dirección cinematográfica, siendo conocido por su segunda película «Mal gesto», estrenada comercialmente no hace mucho tiempo. Con ella ganó el Festival Internacional de Haifa, mostrándose como un atento observador de la realidad cotidiana de su país, ya que recogía la tensión diaria provocada por incidentes tan comunes como un accidente de tráfico, no ajenos al sistema de corrupción reinante. Esa visión interna, totalmente al margen del conflicto árabe-israelí, estaba también presente en su ópera-prima «Jirafas», recuperada hace ahora siete años después de su realización. Obtuvo en su día once nominaciones a los premios de la Academia de Cine de Israel, sin hacerse al final con ninguna de las estatuillas. Es una película de actrices, protagonizada por Tinkerbell en el papel de una mujer que trabaja como reportera, Liat Glick en el de otra que es actriz, y Meital Dohan como una secretaria. Las tres son vecinas en el mismo barrio de Tel Aviv, lo que provoca una serie de equívocos con sus respectivas identidades. Un taxi que recoge a la clienta que no es, o una cita romántica a la que acude la persona equivocada.