Cuando los responsables -y algunos militantes bien conocidos- del PSE-EE alzan la voz y hablan de justicia donde sólo hay venganza, debieran recordar -o por los menos callar- las responsabilidades directivas de buena parte de sus líderes más aplaudidos. ¿Por qué piensan que vamos a olvidar quién era el delegado del señor X cuando los mercenarios del GAL campaban a sus anchas y cobraban de lo público?