Los gobiernos de Georgia y Osetia del Sur pactaron ayer una tregua en la zona del conflicto mientras se preparan para iniciar un proceso de diálogo con la mediación de Rusia, informó el comandante de la Fuerza Conjunta de Paz, Marat Kulakhmetov, en declaraciones a la agencia Interfax. El cese de las hostilidades llegó en una jornada en la que ambas partes habían denunciado «intensos y sangrientos combates», que se saldaron con al menos cuatro muertos, dos soldados georgianos y dos civiles surosetos.

Poco antes, el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, había señalado que tras varios días de enfrentamientos había propuesto a los independentistas surosetos un alto al fuego inmediato y había ordenado a las fuerzas de seguridad georgianas a no responder a los ataques.

Además, hizo una oferta de «autonomía completa» para Osetia del Sur y señaló que Rusia podría ser el garante de esa autonomía, ya que Moscú le había comunicado que estaba tratando de frenar a los independentistas surosetos. «Ofrezco un alto el fuego inmediato y el inmediato comienzo de las conversaciones», aseguró Saakashvili.

Kulakhmetov aseguró que el intercambio de disparos de proyectiles, de los que ambas partes se acusan mutuamente, se habían interrumpido. Sin embargo, una fuente oficial georgiana manifestó desde Tbilissi que, si bien era cierto que ya no se estaban lanzando proyectiles, las partes en conflicto no habían logrado un acuerdo formal.

Durante el día se registraron duros combates, en el transcurso de los cuales murieron dos soldados de georgianos y dos civiles surosetos y resultaron gravemente heridos seis soldados georgianos. La agencia France Presse informó de que cerca de la zona del conflicto se vieron movimientos de tropas georgianas en dirección a Tskhinvali, capital suroseta.