Existen pocas dudas sobre quien se colgará el metal más preciado al cuello al final del torneo de baloncesto femenino. Estados Unidos, ganadora del oro en los tres últimos torneos, acude a Beijing con un equipo plagado de estrellas y con las mediáticas Lisa Leslie y Candace Parker como buques insignia del grupo. A la calidad de la plantilla dirigida por Ann Donovan -cuyo único lunar puede estar en el puesto de base, donde han confluido la ausencia de Whalen y la `fuga' rusa de Hammond- hay que sumar las ganas de las jugadoras norteamericanas de quitarse la espina del último campeonato del mundo, donde fueron eliminadas por Rusia en semifinales.

Sin embargo, las verdugos de las americanas en el Mundial no llegan con tanto ánimo. Pese al golpe de efecto de la nacionalización de Hammond, el conjunto ruso ha perdido en varios de sus últimos amistosos, de paliza ante Estados Unidos, y ha sembrado muchas dudas a su alrededor. Por tanto, Australia se presenta como la alternativa más consistente ante la pléyade de estrellas de Donovan. Las actuales campeonas del mundo tienen a Lauren Jackson como icono. La jugadora de las Seattle Storm, que llegó a posar a en Playboy y declarada amante del rugby, lleva el peso del equipo, pero no está sola. Junto a ella, Penny Taylor, Tully Bevilaqua, Kristi Harrowe y Belinda Snell completan un quinteto muy consistente y que, a priori, debería subir al podio final.

En cuanto al resto de equipos, todos buscarán una sorpresa que en un principio se antoja bastante complicada. China intentará sentir las alas del equipo anfitrión, Brasil recuperar el nivel de hace no demasiado pese a las numerosas bajas que acumula, mientras que checas y españolas intentarán dar la campanada llegando más allá de los cuartos de final, una barrera casi imposible de superar.