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Problemas organizativos se suman a la restricción de fondos en Euskarabidea

Mes y medio después de que se diera a conocer el bloqueo de las principales partidas presupuestarias del Instituto Navarro del Vascuence-Euskarabidea y el cese de su «número dos», Mikel Aranburu, la situación no ha hecho sino empeorar. Aún no hay sustituto, pese a que la intención de Xabier Azanza era aprovechar el verano para el relevo, el clima laboral se ha deteriorado y las próximas bajas en el personal administrativo dejarán un vacío preocupante.
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Ramón SOLA |

La salida a la luz pública de las dificultades internas que atraviesa el Instituto Navarro del Vascuence-Euskarabidea, apenas unos meses después de su nacimiento, no ha hecho que la situación se corrija. Es más, pasadas seis semanas desde que se conoció la restricción de fondos al Instituto y se consumó el cese del «número dos», Mikel Aranburu, las dificultades organizativas se han multiplicado y agravan la situación del centro.

Para empezar, no consta que el director gerente de Euskarabidea, Xabier Azanza, haya encontrado relevo para Aranburu, de modo que la dirección del Servicio de Asesoramiento e Investigación continúa vacante. No era ésa la intención de Azanza, según quedó claro en el cruce de misivas mantenido por ambos ante la dirección del Departamento de Educación, del que dio cuenta la prensa local y que culminó en la destitución de Aranburu. En ella, el máximo responsable de Euskarabidea apostaba por utilizar estos meses de lógico descenso del ritmo de actividad para que el sucesor se fuera rodando.

Sin embargo, ya entrado agosto y con el cese de Aranburu publicado en el Boletín Oficial, el cargo de «mano derecha» -como lo definió el consejero- se encuentra aún vacante.

En realidad, el organigrama previsto para el Instituto del Vascuence, creado por un decreto el 10 de setiembre de 2007, nunca ha estado completo, lo que arroja dudas sobre la implicación real del Gobierno de Miguel Sanz en esta iniciativa presentada desde Educación como un intento de renovar la política lingüística. Desde el inicio hubo una vacante significativa: la del jefe de la Sección de Formación del Servicio de Desarrollo del Vascuence, que engloba al euskaltegi para los funcionarios, al euskaltegi público Zubiarte y a la enseñanza del euskara para adultos en general. El puesto no se ha cubierto hasta hace muy pocos días. El elegido finalmente ha sido Carlos Adrados Carazo, profesor de gimnasia.

Bajas de administrativos

Uno de los problemas que este nuevo jefe de sección tendrá sobre la mesa es el comprometido traspaso del euskaltegi para funcionarios a un nuevo centro. Se trata de Donapea, en el extremo aislado del barrio de Donibane, junto al río Arga. Se vaticina que el traslado derivará po- siblemente en un deterioro de las condiciones en que se imparten las clases y se teme que haga retraerse a muchos de los interesados.

Con todo, en este momento el factor más preocupante para el desarrollo de Euskarabidea se sitúa en otro tramo del organigrama. El vacío organizativo detectado en este año ha terminado por hacer mella en buena parte de la plantilla que no había tirado la toalla siquiera en la «era Pegenaute» y que ha constatado que las expectativas de un nuevo clima laboral y profesional creadas hace un año no se cumplían en la práctica.

Así, los componentes del personal administrativo que venían prestando servicio en Euskarabidea se han presentado al concurso de traslados, de modo que a partir de setiembre pasarán a estar adscritos a otras direcciones generales o departamentos.

El impacto práctico de esta situación puede ser muy notable, dado que se trata de personas que han trabajado en la Dirección General de Política Lingüística desde su creación, hace ya casi veinte años, y que acumulan por tanto todos los conocimientos administrativos y la experiencia imprescindibles.

Con estos traslados, la operatividad del Instituto del Vascuence parece más complicada que nunca. Y más aún cuando la parte superior del organigrama de Euskarabidea no dispone de un conocimiento exhaustivo de los mecanismos de funcionamiento de la Administración. Por dar un dato, el único cargo del actual Instituto que procede de la época de Pegenaute es Julen Calvo, director de Desarrollo del Vascuence. Todos los demás son nuevos en estas tareas.

El propio Xabier Azanza arribó al cargo después de haber ejercido como jefe de personal en varias empresas privadas y de haber sido presidente de la Federación de Ikastolas de Nafarroa, con un perfil básico de gestor de recursos humanos. De hecho, en la presentación del de- signado, realizada el 13 de diciembre de 2007, el consejero Pérez-Nievas elogió estas características de Azanza, afirmando que había optado por un perfil más «técnico» que «cultural» y explicando que se iba a priorizar la gestión. Todo esto hace que sea especialmente paradójico que el Instituto se haya visto sacudido por tensiones internas, vacíos organizativos y renuncias de personal con larga experiencia en apenas ocho meses de recorrido.

La precariedad con que se ha desenvuelto el Instituto hasta el momento ha podido influir en su nivel de actividad. Las iniciativas más conocidas han ido en la línea de «normalidad de relaciones» anunciada por Pérez-Nievas y ha quedado plasmada en «fotos» como el encuentro con los responsables de Política Lingüística de Lakua, la firma de la prórroga del acuerdo con Euskaltzaindia o la reactivación del Consejo Navarro del Euskara.

Sin embargo, en el ámbito práctico de apoyo al euskara no ha habido hasta la fecha modificaciones relevantes sobre la etapa negra de Pegenaute. Y, ahora, el recorte de fondos impuesto a Euskarabidea con el argumento de la crisis económica ha mandado al cajón muchos de sus proyectos.

Tratando de recuperar fondos

Como reveló GARA el pasado 1 de julio, partidas tan importantes como la destinada a ayudas para los medios de comunicación en euskara o la prevista para poner en marcha un estudio sociolingüístico que dé pie a revisar la actual «zonificación» se han quedado sin fondos.

A día de hoy ninguna de estas dos partidas ha sido desbloqueada pese a las peticiones dirigidas desde Euskarabidea. Su director-gerente prevé hacer un nuevo intento en setiembre, pero se intuyen ya graves dificultades. Por un lado está el modo obvio en que van corriendo los plazos del año. Y, por otro, el impacto creciente de la crisis en las arcas forales, que hace incluso que se empiece a temer ya que Miguel Sanz ordene nuevas restricciones, y más aún después de que el PSN acabe de avalar el primer recorte general.

La importancia real que otorga el Gobierno navarro a Euskarabidea ha quedado en evidencia además con este recorte. Pese a las buenas palabras iniciales, el bloqueo de fondos en el Instituto ha afectado al 14% de su presupuesto (600.000 euros sobre un total de cuatro millones), mientras al conjunto del Departamento se le ha restringido un 4%. Es decir, que el bloqueo de fondos para el euskara es tres veces y media mayor.

Para recuperar partidas, Xabier Azanza tendrá que convencer a Carlos Pérez-Nievas de que trasvase fondos de otras direcciones del departamento... y cruzar los dedos para que Sanz no decrete más restricciones.

En julio, la partida que se ha conseguido recuperar es la destinada a «campañas para la lengua vasca», según se desprende de la rueda de prensa ofrecida hace unas semanas para presentarla. Se trata de actividades en euskara que se celebran básicamente en verano, con lo que la dinámica tuvo que ser puesta en marcha a contrarreloj, dadas las fechas, y de la mano de una compañía privada. Se trata de la aseguradora Lagun Aro, que financiará el 35% de los 80.000 euros previstos.

PERFIL DE AZANZA

En su presentación, el consejero Pérez-Nievas elogió el perfil técnico de Azanza, que ha sido jefe de personal en varias empresas privadas. Pero la crisis interna ha incidido especialmente en el campo del personal.

SIN SUSTITUTO

Pese a que la intención de Azanza era utilizar el verano para hacer el relevo de su «número dos», el cese de Mikel Aranburu se ha publicado en el BON y sigue sin sustituto.

sin administrativos

La nónima de administrativos ha concurrido al concurso de traslados y pasará a otras plazas en setiembre; son personas con veinte años de experiencia en el área.

¿sin dinero?

En julio se ha logrado recuperar la partida de actividades en euskara en las localidades navarras. Pero se temen ya nuevas restricciones generales por la mala evolución de la crisis.

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