Es el caso de los franceses Christophe y Steeve Guénot, medallistas de bronce (74 kilos) y oro (66 kilos) en lucha grecorromana, respectivamente. «Estar todo el tiempo juntos no es pesado. Si te entiendes bien y tienes la misma pasión, la misma mentalidad, es todo lo contrario, te genera una fuerza añadida», explica Christophe, el mayor.

Lo mismo ocurre con los Jeannet -Jérome, de 31 años, y Fabrice, de 27-, quienes viven juntos en la región de París y adoptan un similar estilo de vida relajado antes de las grandes citas. Además, cuando guardan la espada, el póker les acaba reuniendo. El menor de ellos ha triunfado en estos Juegos cosechando la medalla de plata, «pero entre nosotros no hay celos», garantizan, sin embargo, al unísono.

No son los únicos europeos. En la delegación española hay nada menos que hasta seis fraternidades, aunque la que se lleva los flashes es la de los Gasol, Pau y Marc. Un caso curioso es el de las hermanas húngaras Agnes y Erzsebet Valkai, ambas jugadoras de waterpolo, pero bajo banderas diferentes. La segunda representa a Italia como su país de adopción, de tal forma que podrían llegar a enfrentarse.

Saltando el charco, la casuística se mantiene. Especialmente conocido es el clan de los López. De origen nicaragüense, esta saga ha venido destacando, de la mano del mayor de los hermanos, Steven, en la modalidad de taekwondo. Está considerado el mejor especialista de la disciplina en toda su historia y aspira a conseguir su tercera medalla de oro consecutiva en la categoría de 80 kilos.

El tenis, prolífico en hermandades

A su estela, Mark y Dana, ambos campeones del mundo en 2005, tratarán de emularle. «Es increíble y una maravilla, nunca me hubiera imaginado disputar unos Juegos Olímpicos con mi hermana y mi hermano. Vivo un sueño», declaró Steven. Por si ello fuera poco, su hermano mayor, Jean, es uno de los entrenadores del equipo estadounidense, y su primo Peter López competirá con Perú.

No hay que olvidarse de las inevitables parejas en tenis, un deporte muy prolífico en este tipo de casos. A Venus y Serena Williams hay que sumarle el de los gemelos Bob y Mike Bryan, quienes se alzaron con el bronce en los dobles masculinos, o el de los escoceses Andy y Jamie Murray.

Los mexicanos Escobar también nadan en familia. Entre ellos, brillan Luis, Susana y Carmen, quien explica cómo comenzaron a ser asiduos a la piscina. «Somos seis hermanos y solíamos ir mucho de vacaciones, pero no sabíamos nadar y mi madre se preocupaba por el peligro que corríamos. Al final, nos apuntó a un cursillo para aprender y ahí comenzó todo».