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Isaac Rosa 2008/8/12

Los ricos también lloran (de risa)

Público.es

Cada pocos días leemos alguna noticia sobre el impacto que la crisis económica está teniendo en el patrimonio de los más ricos. Hace una semana supimos que las participaciones en Bolsa de nuestros millonarios se habían devaluado en los últimos meses (...).

Todos suponemos que las dificultades económicas afectan también a las grandes empresas y a sus propietarios, pero esa insistencia informativa parece lanzarnos otro mensaje: que la crisis es democrática, que la sufren por igual el currito y el ricachón, y que si los asalariados ven su poder adquisitivo menguado, las grandes fortunas pierden cientos de millones. De hecho, las cifras de varios ceros crean otra ilusión: más que afectar a todos por igual, la crisis le duele más a ellos, a los ricos, cuyas pérdidas se miden por miles de millones.

¿Realmente es así? ¿Los ricos también lloran? Bueno, bueno. Permítanme que lo dude. Para empezar, quien pierde mucho es porque tiene mucho más. Hasta ahí, de acuerdo. Pero es que, además, las pérdidas son más bien relativas: si hablamos de inversiones en Bolsa, no tendrán pérdidas en tanto no vendan sus participaciones, y aun así habría que compararlo con el precio a que compraron inicialmente, y veríamos cómo en muchos casos no han perdido, sino que han dejado de ganar tanto como esperaban. En cuanto a sus patrimonios, observémoslos a más largo plazo. Tal vez en lo que va de año hayan perdido algo de valor, pero si observamos los últimos cinco años veremos la ganancia acumulada, sin la que no se puede valorar la pérdida. Y para colmo, en muchos casos no hablamos de pérdidas, sino de menos beneficios, que no es lo mismo.

Pero además hay otras ganancias más difíciles de cuantificar, también para el largo plazo. Las crisis cíclicas limpian el terreno, eliminan competidores débiles, recortan derechos laborales y dejan a los trabajadores tiritando. Y cuando todo haya pasado, ya veremos quién llora.

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