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NATACIÓN Séptima medalla de Phelps

Una plata con baño dorado

El «torpedo de Baltimore» iguala a Mark Spitz al ganar la final de 100 mariposa ante el serbio Cavic

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Arnaitz GORRITI | BILBO

De facto, ya se puede afirmar que Michael Phelps va a cumplir su objetivo de las ocho medallas de oro. Después de su triunfo de ayer en la final de los 100 metros mariposa, el «torpedo de Baltimore» ha igualado el mítico registro de Mark Spitz en Munich 1972 con siete medallas de oro y, para la jornada de hoy, difícilmente se le escapará al conjunto de los Estados Unidos la victoria en la final del relevo 4x100 estilos.

No obstante, no se puede seguir adelante en la narración de la hazaña de Phelps sin detenerse en la final de los 100 metros mariposa, porque esta séptima medalla tiene el aspecto de una plata con un oportuno baño de oro. El serbio Milorad Cavic estuvo a un pelo -una centésima- de aguarle la fiesta a Phelps.

Cavic era casi el ganador de la final y se llevaba la medalla de oro, deslizando lentamente su mano bajo el agua de la piscina olímpica de la capital china. La última brazada del serbio ya había bajado, cuando los brazos de Phelps, de 23 años, todavía estaban en el aire, en su último esfuerzo, supremo y de rabia, el americano hizo algo, nunca se sabrá el qué, para elevarse por encima del agua y tocar antes que el balcánico. Una centésima.

«Yo sabía que no estaba tan detrás de Cavic como en la eliminatoria. Cuando corté la última brazada, pensé que me costaría la carrera. Pero fue justamente lo contrario. Si yo me hubiera deslizado, no habría ido tan lejos. Hice dos rápidas brazadas cortas para intentar llegar y tocar el muro. Al final tome la decisión correcta», explicó Phelps.

No obstante, ni siquiera las repeticiones a cámara lenta aclaran de manera fehaciente la victoria de Phelps, de modo que, quien quiera especular, tiene vía libre. Habrá que fiarse del sistema de cronometración.

De hecho, el propio Phelps echaba balones fuera al respecto. «El sistema dice ésto. Yo siempre he oído que no puede haber un error en el sistema de cronometraje. Lo único que puedo decir es que fue una carrera dura y que nadé lo mejor que pude».

Estas explicaciones no terminaron de gustar a los responsables del equipo de Serbia, pero la Federación Internacional de Natación (FINA) confirmó el resultado de la final de los 100 metros mariposa tras haber revisado tanto la película de la carrera como la toma de tiempos.

Más aún, el director ejecutivo de la FINA, el rumano Cornel Marculescu, explicó que «Michael Phelps es el más grande y hubiera sido el primero de cualquier forma. La cuestión era compartir o no compartir el primer puesto. Los jueces fueron muy claros, no hay duda, el primero que llegó fue Michael Phelps».

El serbio Cavic se mostró resignado a su suerte, incluso contrario a la reclamación. «Si es por mí, hubiera retirado la protesta», declaró.

Récord de 1989

Hubo otras tres finales en el Cubo de agua de Beijing. De todas ellas destacó la victoria de la británica Rebecca Adlington en los 800 metros libre, que trajeron, además, la caída del antiquísimo récord de la mítica Janet Evans, que databa de 1989.

Tres cuartos de lo mismo pudo conseguir la nadadora zimbabuense Kristy Coventry. La africana ganó la medalla de oro en la prueba de 200 metros espalda y se hizo con el nuevo mejor registro mundial de la distancia, con 2:05.24.

Por último, el nadador brasileño César Cielo dio el primer oro en natación a su país en la prueba de 50 metros libre, por delante de dos de los sprinters de moda, los franceses Amaury Leveaux y Alain Bernard. La anécdota del día fue que, por un error de protocolo le entregaron a Cielo una presea equivocada, la correspondiente a la prueba femenina.

los récords

8:14.10

rebecca adlington

(800 metros libre)

Pulverizó la marca de Janet Evans, del 20 de agosto de 1989, con 8:16.22.

2:05.24

kristy coventry

(200 metros espalda)

La anterior plusmarca era 2:06.09 y la logro el 5 de julio la estadounidense Margaret Hoelzer.

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