Hizbullah celebra el segundo aniversario de su victoria ante Israel
El movimiento chií libanés Hizbullah celebró en la ciudad Nabatiye, al sur del país, el segundo aniversario de su victoria sobre el ocupante Ejército israelí, en verano de 2006. Recordó especialmente a Imad Moughnieh, muerto en atentado atribuido a los servicios sionistas.
Mahmoud ZAYYAT |
De repente, un tanque israelí «explota», se levanta una humareda y un halo rojo cubre la escena: dos años después, la formación libanesa Hizbullah festeja la «divina victoria» que obtuvo en el verano de 2006 ante el Ejército israelí.
En un aparcamiento tan grande como un campo de fútbol en Nabatiye, al sur de Líbano, resuena la voz de Imad Moughnieh, importante dirigente del movimiento chií que murió en febrero en Damasco en un atentado atribuido a la inteligencia sionista.
Se emiten una grabación sonora de combates y vídeos de Moughnieh y otros combatientes sobre el terreno. Todo ello para mayor gloria de la resistencia y del dirigente muerto, que era una de «las bestias negras» de Israel y de EEUU. «Es como si me encontrara allí», destaca Fouad Jawhar, un estudiante universitario.
«Durante tres semanas, 290 personas han trabajado para que esta celebración pudiera tener lugar. Queremos destacar la victoria de la resistencia», explica el Akil Hoteit, el cerebro de la muestra.
A la entrada, un casco verde olivo gigante similar a los que vestía Moughnieh recibe a los visitantes, que tienen que franquear el «puente de la victoria», construido con restos de obuses israelíes.
En el «cementerio de los tanques», carros de combate Merkava recuperados por Hizbullah tras la retirada israelí de Líbano de 2000 flanquean a un helicóptero sionista derribado por el movimiento libanés en verano de 2006.
En una esquina de la muestra. un falso esqueleto vestido con uniforme israelí reposa en un féretro.
En el centro de la sala, se ha instalado un «cementerio» de diez metros cuadrados en el que pueden verse inscripciones en hebreo y las insignias del Ejército israelí.
Pero la estrella de la exposición es Imad Moughnieh, cuya oficina, armas y alfombra de oraciones se muestran en recuerdo al shahid [mártir].
Su madre, Amina Salamé, que ha visitado la exposición inaugurada el viernes por la noche acompañada por el hijo pequeño de Moughnieh, Jihad, se quedó mirando la ropa que vestía cuando murió a manos de los agentes sionistas.
«Es la primera vez que veo los objetos personales de mi hijo», asegura Salamé, que recuerda la vida clandestina que llevó el dirigente de Hizbullah.
Sus fotos, al igual que las de otros combatientes de Hizbullah, se enfrentan a imágenes de soldados israelíes.