La defensa de los derechos de los presos llega a las fiestas de Donostia y Burlata
La situación que padecen los presos políticos que aún estando gravemente enfermos siguen presos o los que habiendo cumplido, de manera íntegra, su condena continúan encarcelados estuvo latente en las fiestas de Burlata y Donostia. El movimiento pro amnistía continúa, pueblo a pueblo, realizando manifestaciones, comidas en favor de los represaliados o campeonatos de herri kirolak; todo ello para hacer presente la reivindicación de la amnistía.
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Las fiestas que sacuden la mayoría de los pueblos y barrios de Euskal Herria durante el verano son citas especiales para compartir con amigos y familiares. Y es por eso que la ausencia de los seres queridos se hace más apreciable, si cabe, durante estos días de fiesta.
Con el fin de trasformar esta tristeza en protesta son numerosos los actos en favor de los represaliados políticos vascos dentro de los programas festivos. Ayer, fueron los vecinos de Burlata y Donostia, inmersos en sus fiestas, los que decidieron salir a la calle en denuncia de la situación que padecen sus familiares presos.
En Burlata, 350 vecinos partieron en manifestación desde el recinto de las txosnas bajo el lema «Gaixotasun larriak eta kondena beteta duten presoak kalera. Euskal presoak Euskal Herrira eskubide guztien jabe». La marcha denunció, de manera especial, la situación que padecen los presos gravemente enfermos y los que habiendo cumplido de manera íntegra su condena siguen encarcelados. Destacaron la situación de los presos de Iruñerria Pello Sánchez, Mikel Gil, Marilo Gorostiaga y Karlos Pérez. Los tres primeros gravemente enfermos y el cuarto porque no sólo ha cumplido tres cuartas partes de la condena sino la pena completa antes de que el cautiverio se le prolongara a través de la doctrina 197/2006 impulsada por el Tribunal Supremo español.
Los allegados de estos cuatro prisioneros comparecieron el miércoles ante la prensa para animar a los vecinos de Iruñerria a que acudiesen a la movilización con la premisa de que éste «no es sólo un problema suyo o de sus allegados, sino de toda la sociedad», por lo que apuntaron que «toda la sociedad tiene que hacerle frente». Ayer, un ex-preso y un allegado de un represaliado se dirigieron a la ciudadnía para transmitir la necesidad de luchar en favor de los derechos de los prisioneros vascos.
En Donostia, Amnistia Eguna
Los donostiarras celebraron durante la jornada festiva de ayer el ya tradicional Amnistia Eguna. La jornada comenzó con la exposición de las obras de arte elaboradas por los presos políticos; el escenario elegido para ello fue el puerto y la exposición abrió sus puertas a las 11.30.
Una hora más tarde los barrios donostiarras, y también el pueblo de Igeldo, llevaron sus respectivas selecciones al campeonato de herri kirolak. El esfuerzo realizado en los juegos abrió el apetito a los componentes de cada selección, que acogieron con gusto la comida popular amenizada por los hermanos bertsolaris Fredi y Xabi Paya, que también se llevó a cabo en el marco portuario.
Por la tarde, una manifestación socializó la situación que viven los prisioneros políticos vascos y reclamó la amnistía por la calles de la ciudad. La marcha, que fue secundada por cientos de vecinos, arrancó del Boulevard y finalizó en la plaza Sarriegi con un sencillo homenaje en el que recordaron también a Iñaki Ormaetxea, Jokin Leunda y Patxi Itziar, fallecidos a manos de la Guardia Civil hace hoy 17 años.
El Departamento de Interior de Lakua intentó obstaculizar el acto, con un helicóptero sobrevolando a muy baja altura e instalando un dispositivo de ertzainas que tensionó el ambiente.
Cerca de 200 vecinos de Alde Zaharra de Bilbo recordaron el viernes a Maite Pérez a los 21 años de su muerte. Esta joven militante de ETA falleció el 15 de agosto de 1987 al explotarle el artefacto que manejaba. El acto comenzó en Solokoetxe, donde colocaron una placa en su memoria, y de ahí se trasladó a la plaza de Santiago.