La crisis económica, que está afectando principalmente al sector inmobiliario, se ha dejado sentir en las oficinas que dirige la asociación de consumidores Irache en Nafarroa. Hasta hace pocos meses las consultas de los consumidores se materializaban con relación a la compra de vivienda, firma del contrato o solicitud de préstamos. Sin embargo, este verano han sido numerosos los casos de quienes han acudido a asesorarse sobre cómo rescindir su contrato de compraventa ya firmado, debido a que no obtienen financiación para comprar o no logran vender su primera vivienda para comprar una segunda.

«Son muchas las personas que firman la compra de una vivienda a pagar con la venta de su casa actual. Sin embargo, pasa el tiempo sin poder venderla, por lo que no pueden afrontar el contrato de la nueva vivienda y se ven obligados a hacer frente a una cláusula de penalización muy alta para poder rescindir el contrato que han firmado», informan en Irache.

Según han constatado, la dificultad en la venta de viviendas de segunda mano hace que muchas personas renuncien a la compra, llegando a tener que pagar cantidades de hasta 14.000 euros.

Irache recuerda que, en el momento de firmar un contrato de compraventa, el consumidor «queda en manos de la promotora» y advierte de que renunciar al contrato puede resultar muy costoso.