Brillante victoria
Un regalo para la afición eibarresa
Los armeros saldaron su estreno en Ipurua sumando su segunda victoria consecutiva, que le sitúa como colíder de la clasificación. Lo consiguió en un partido brillante, en el que debió remontar el gol que había marcado el Tenerife nada más empezar el segundo tiempo.
EIBAR 3
TENERIFE 2
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
El Eibar confirmó que su bonita victoria en Elche no fue flor de un día. Como entonces, tuvo que esperar para celebrarlo, pero acabó regalando a su afición un triunfo espectacular, con remontada incluida, en el estreno en Ipurua.
Con muchas caras nuevas, las buenas sensaciones de pretemporada, la de cal del debut liguero y la de arena del copero a cuestas, había muchas expectación por ver de cerca el nuevo proyecto. Y no defraudó. Aunque quedan muchas, casi todas, jornadas por delante para comprobar hasta dónde puede dar de sí, el arranque de este Eibar no puede resultar más esperanzador. Aúna sus virtudes habituales a un grupo de jugadores que demuestran mucho gusto por el balón y por la portería contraria. El testamento de Javi Pérez y los planteamientos de Carlos Pouso, de momento, no sólo se traducen en puntos sino también en buenos partidos.
A lo que hay que sumarle la moral, otro pilar imprescindible y que ahora mismo no podría estar más arriba. Una moral que se alimenta a sí misma: ayer fue necesaria para darle la vuelta al encuentro cuando la cosa se puso fea y, tras conseguirlo, subió aún más puntos.
Porque, también como sucediera en el Martínez Valero, el choque pudo acabar con cualquier resultado. Mandó el Tenerife en el arranque, pero para el cuarto de hora, pese al contratiempo de Lluis Codina -tuvo que retirarse con problemas musculares tras una dura entrada de Clavero-, ya se había equilibrado. Los armeros vieron que el coco era manejable, la defensa encontró la manera de controlar a Nino y los puntas empezaron a entenderse. Una tendencia que fue a más hasta alcanzar su clímax en los minutos previos al descanso, en los que el balón apenas sí salió del área del Tenerife que, pese a todo, entró milagrosamente vivo a vestuarios.
Pájara
Y salió, lamentablemente, más vivo todavía. En plena, e inesperada, pájara armera, Kome, que acababa de saltar al campo, aprovechó un servicio de Alfaro para batir a Zigor. Llegaron los peores minutos del Eibar y los mejores del conjunto chicharrero, que bien pudo haber sentenciado el partido.
Pero no lo hizo y, apuntándose al tópico, acabó lamentándolo. La afición eibarresa se negó a marcharse con mal sabor de boca a las primeras de cambio, hizo piña y convenció a los suyos de que era posible. Y el equipo respondió. A trompicones al principio y como una avalancha en la última media hora.
Carlos Pouso, arriesgado, movía banquillo, con la entrada al campo de Tokero y Carlos Rubén. Acertó de pleno porque el andaluz anotó dos goles en sus primeros ocho minutos sobre el césped: el primero, con un centro-chut desde el vértice del área que acabó entrando en la portería de forma espectacular y el 2-1, con una galopada para culminar el pase de Beltrán.
Lejos de aferrarse a su tesoro, el Eibar quiso más. Pudo conseguirlo en más de una ocasión pero finalmente llegó de penalti, por medio de Yagüe.
Nino tampoco quiso irse sin hacer su golito pero, afortunadamente, llegó sin tiempo para más remontadas.
Carlos Pouso se siente «realizado». «En estos momentos», puntualiza, recordando que «sólo llevamos dos partidos y cuando llevemos ocho o nueve podremos decir si hemos empezado bien o mal».
Y es que en el Eibar cambian los jugadores, los entrenadores o los directivos, pero no el discurso. «No me váis a empezar a hablar de ascenso, ¿no? -sonríe el técnico-. Porque tenemos los pies en el suelo y sabemos cuál es el objetivo. Yo confío en los chavales, la directiva confía en mí y yo confío en que nadie cree más expectativas de las que debe», insistió.
Pero humildad y orgullo no siempre están reñidos. «Es lo bueno de este equipo. La gente tiene ilusión y ambición, nos hemos rehecho tras unos minutos malos y al final creo que hemos sido justos vencedores porque ha sido un torrente de juego, de dinamismo, de ilusión. Y por eso felicito a los jugadores. Y al público que, en momentos malos, cuando íbamos perdiendo, nos ha animado mucho», destacó.
A.U.L.