La Policía israelí recomendó a la Fiscalía General del Estado el procesamiento del primer ministro, Ehud Olmert, por los delitos de «soborno y corrupción».

Esta recomendación tiene un efecto limitado, aunque es el paso previo a que se formalice un acta de acusación.

La palabra final la tiene el fiscal general, Menajem Mazuz, que podría no seguir la sugerencia policial, tal y como ha sucedido con otros dirigentes israelíes. Si la acepta, Olmert podría ser acusado de «soborno», la acusación más grave a la que se enfrenta un primer ministro en Israel. Sobre él también podrían pesar cargos como «fraude, abuso de confianza, blanqueo de dinero» y otras ofensas. Según la Policía, que lo investiga desde hace año y medio, se han encontrado pruebas «sólidas».

«Préstamos» de un empresario

En el caso «RishonTours», se le imputan supuestas irregularidades en solicitudes de financiación pública a distintos organismos e instituciones, que pagaron a Olmert varios viajes de forma simultánea.

El segundo caso, popularmente conocido como «Talansky», versa sobre los préstamos que Morris Talansky, empresario estadounidense judío de 76 años, hizo al mandatario israelí durante más de una década cuando éste era alcalde de Jerusalén entre 1993 y 2003. Al parecer, le entregó unos 150.000 dólares.

La Policía investiga si tales «donaciones», como las llama Olmert, generaron algún tipo de tráfico de influencias a favor del empresario.

Interrogado hasta en siete ocasiones, ha sido exonerado por el momento de un tercer expediente. Ayer no quiso pronunciarse sobre esta medida, que para sus abogados es «disparatada». «La única persona autorizada por ley para decidir la inculpación de un primer ministro es el fiscal general. Las recomendaciones de la Policía, por tanto, no tienen interés», resaltó uno de los tres abogados de Olmert en un comunicado. «Hubiera sido preferible que se hubieran abstenido de expresar su opinión sobre esta cuestión, que no les compete», añadió.

La Oficina de la Fiscalía cuenta con dos semanas para tomar una decisión.

La esperada dimisión del primer ministro podría precipitar el adelanto de las elecciones generales en el plazo de tres meses, si su sucesor al frente del Kadima, que celebrará las primarias el próximo día 17, no logra consolidar un gobierno de coalición con otras formaciones. La legislatura actual acaba formalmente a finales de 2010.