La del lunes fue una de las noches más calurosas del verano: se registraron entre 22 y 27 grados, lo que originó fuertes lluvias en distintos puntos de Euskal Herria. En Pasaia, por ejemplo, la cercanía de la tormenta provocó a las 8.30 una enorme polvareda, una especie de pequeña galerna. Tuvieron lugar intensas lluvias desde Barakaldo a Bilbo, y también en la zona que va desde la capital vizcaina hacia Araba, en pueblos como Laudio y Artziniega. En Donostia se produjeron espectaculares chaparrones, y en Iruñea llovió de forma persistente. En Tutera hubo por la tarde fuertes rayos y truenos. Se intensificó la lluvia, arreció el viento y los resplandores eran cada vez más potentes. En Tolosa, Arrasate y Durango también llovió generosamente.

El Departamento de Interior de Lakua informó de que las tormentas de la mañana no llegaron a superar los 15 litros en los puntos de mayor precipitación. Sin embargo, provocaron balsas de agua en las carreteras. Surgieron problemas en la A-8 entre Santurtzi y Bilbo, y entre Getxo y Erandio.

Ya por la tarde, alrededor de las 19 horas, dos accidentes provocados por sendos camiones obligaron a cortar la A-8 a la altura de Eibar en sentido Bilbo y la N-I en Idiazabal en sentido Gasteiz. En ambos casos se originaron retenciones de varios kilómetros.

Se recomendaba a los conductores circular con precaución, ya que, tal como se anunciaba, el ambiente siguió inestable a lo largo de toda jornada. Interior alertaba para la tarde y para hoy del riesgo de lluvias tormentosas. Señaló que podrían dejar más de treinta litros por metro cuadrado en una hora y que podrían generar pequeñas inundaciones.

Ante estas previsiones, realizó un llamamiento a la ciudadanía para que adoptara precauciones como sacar el vehículo del garaje en zonas inundables, evitar conducir en caso de fuertes lluvias o, si es imprescindible, hacerlo por carreteras principales y autopistas. Además, desde Lakua recomendaron a la gente mantenerse informada a través de los medios de comunicación. Destacaron la importancia de tener en cuenta el nivel de agua de la carretera, así como los posibles desprendimientos en zonas de montaña.

Para la noche también se esperaban tormentas, y para hoy, la previsión se mantenía similar, con especial riesgo durante la madrugada y la tarde. Se esperaba una mañana tranquila, con cielos bastante limpios, aunque no del todo. Por la tarde, soplará de nuevo la brisa. Las temperaturas bajarán ligeramente en la zona cantábrica y se mantendrán sin cambios por el sur. Mañana, la llegada de un frente dejará los cielos muy cubiertos durante la tarde, con chubascos y tormentas. Con la llegada del frente, el viento virará de suroeste a noroeste.