Las familias de las Haur Eskolak de Bilbo entregaron ayer más de mil firmas en el Ayuntamiento exigiendo que se restablezca el servicio de comedor, como se había acordado en la matriculación. La iniciativa responde al anuncio de suprimir este servicio en aras de ofertar más plazas en educación infantil. Los afectados, tanto las familias de 260 niños como los trabajadores, que ahora se quedan sin cobrar el paro, denuncian la medida indicando que «es como si en un hospital para poner nuevas camas quitan el comedor». Señalaron que «las políticas de inserción laboral de las mujeres y la conciliación de la vida laboral y familiar no se construyen a base de esfuerzos personales; las instituciones tienen que poner de su parte».