Maite SOROA
El revés del Tribunal Constitucional
Ayer no hubo comentarista o columnista que evitara el asunto de la Ley de Consulta de Ibarretxe que el TC español ha terminado de enterrar. El tono, se lo pueden imaginar, pero de entre todos sobresalía la columna titulada «La próxima ocurrencia», firmada en «El Correo Español» por quien fuera mucho más que la mano derecha de Ardanza en sus días de Ajuria Enea, José Luis Zubizarreta.
Según Chelu Zubizarreta, «pronunciada ya la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la Ley de Consultas Populares del Parlamento vasco, uno tiende a pensar que lo más razonable sería acatarla y pasar página (...) las reglas son las reglas, y más provechoso resulta para el bien común cumplirlas que quebrantarlas. Ese parece ser incluso el criterio de uno de los afectados, el PNV, que se ha pronunciado con reiteración en favor del acatamiento». Mira qué formal...
Pero también aquí hay un pero: «Sin embargo, y pese a reflexión al parecer tan razonable, la pregunta que todo el mundo estará haciéndose hoy en Euskadi versa sobre cómo va a reaccionar el lehendakari ante una sentencia tan unánimemente adversa. A nadie se le ocurre pensar, vistos los antecedentes, que vaya a contentarse con el acatamiento, por muy distante y crítico que sea». Empieza a coger carrerilla. Y es que, según Zubizarreta, Ibarretxe es más terco que una mula: «Algo se le ocurrirá ahora, por tanto, a él solo o asesorado, para sustituir la frustrada denuncia por otra iniciativa y no dar su brazo a torcer en este que ha sido su proyecto estrella». Mas para que vaya tomando nota el lehendakari, Zubizarreta recuerda que «el ministro Corcuera dimitió de su cargo, cuando el Constitucional le tumbó aquel llamado `artículo de la patada en la puerta' que se había empeñado en incluir en una ley de seguridad ciudadana. Ni el propio Felipe González le hizo desistir. Claro que el ministro vizcaíno había comprometido en ello su palabra». Suena a pequeña maldad, ¿verdad?
Y para terminar advierte de que «sea cual fuere la nueva ocurrencia, lo que es seguro es que condicionará, junto con otros asuntos de importancia, su todavía pendiente designación como candidato del PNV a las próximas elecciones autonómicas». Algo se está cociendo.
OLASO