El Alavés viajó ayer a Madrid con la intención de convertir en racha la victoria que conseguía el pasado domingo. Tres puntos ante el Córdoba que supusieron el primer paso. Hoy intentará dar el segundo, convencer además de vencer y mantenerse, de paso, en posiciones de la clasificación que no había pisado en muchos meses.

Enfrente tendrá a un rival en situación similar. El Rayo Vallecano, sólo un puesto por encima de los gasteiztarras aunque con los mismos puntos, tampoco quiere moverse de la zona cómoda, especialmente meritoria para un recién ascendido. Como el equipo albiazul, también los madrileños -con buenos conocidos de la parroquia gasteiztarra, como David Aganzo o Pepe Mel- quieren que los buenos tiempos dejen de ser un simple recuerdo.

Claro que el Rayo supera, de momento, a los de José María Salmerón en un apartado, el del juego, bastante más convincente en su caso. De hecho, sólo un autogol le apartó de conseguir su segunda victoria la semana pasada en Alicante.

Salmerón tiene claro, en este sentido, que la condición de recién ascendido del cuadro madrileño no debe engañar a nadie. «Es un equipo con un presupuesto alto, que ha podido hacer fichajes muy importantes y que tiene un gran potencial, sobre todo en su línea delantera. Será un rival muy complicado», destacó el técnico que, de hecho, considera al Rayo «uno de los favoritos para ascender».

Un cambio

Salmerón, de todos modos, confía en que los rayistas retrasen su escalada. Intentará frenarla con un once similar al que se impuso al Córdoba la semana pasada. La única novedad llegará con la entrada de Llorente por el lesionado Albacar.