El Supremo también ilegaliza EHAK con prisas y sin más explicaciones de momento
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
Deprisa, deprisa, el Tribunal Supremo ha ilegalizado ya otro partido vasco. Van dos esta semana. El martes fue ANV. Ayer, EHAK. Por unanimidad de la Sala del 61 y sin necesidad de muchos debates. Se diría incluso que casi sin tiempo para leerse las alegaciones de la defensa. Disponían de 20 días para las deliberaciones y les han bastado un par de sesiones de unas pocas horas. Sus señorías iban en una carrera contra el calendario. El 23 debe constituirse el nuevo CGPJ, habrá cambios en la presidencia del Supremo y había que dejar cerrada la cuestión de las ilegalizaciones. Para ir adelantando, primero se avanza el fallo y luego ya publicarán la sentencia. Como el martes con ANV.
La noticia de la ilegalización no ha sido ninguna sorpresa para nadie. Desde el momento en el que la Abogacía del Estado y la Fiscalía presentaron las demandas contra ANV y EHAK a primeros de año -también en una carrera contra el calendario con el objetivo de impedir que pudieran presentarse a las elecciones a Cortes Generales-, ya se sabía cuál iba a ser la decisión final del Alto Tribunal.
Los acusadores estiman que ambos partidos son «instrumentos de ETA». Las defensas han tratado de contrarrestar las pruebas presentadas y han mostrado en muchas ocasiones su extrema debilidad, hasta el punto de que algunas se cayeron por su propio peso y tanto la Abogacía como la Fiscalía hubieron de retirarlas.
Pero no da la impresión de que los componentes de la Sala del 61 se hayan tomado muy en serio las alegaciones de las defensas, puesto que en un Estado en el que los tribunales no se caracterizan precisamente por su celeridad en la toma de decisiones, en este caso han bastado unas pocas horas para dictar la ilegalización.
150.644 votos
Euskal Herrialdeetako Alderdi Komunista se inscribió como partido político en 2002, tres meses después de la aprobación de la Ley de Partidos y en tiempos en los que Ángel Acebes era ministro del Interior. Presentó candidaturas a las elecciones autonómicas de 2005 y, tras la ilegalización de Aukera Guztiak, las puso a disposición de quienes defendieran la democracia, la paz y la libre participación de todas las opciones políticas frente a las ilegalizaciones.
EHAK obtuvo 150.644 votos en aquellas elecciones, logrando nueve escaños, a los que accedieron personas que nunca antes habían tenido responsabilidad ni representatividad polí- tica. Constituyeron el grupo Ezker Abertzalea y su voto decidió la reelección de Juan José Ibarretxe como lehendakari y la retirada de Juan María Atutxa del Parlamento.
Cambiante Zapatero
La participación de EHAK en las elecciones autonómicas fue duramente criticada por el PP y molestó también al PNV. Desde la derecha española se acusaba al Gobierno de haber dejado pasar la candidatura sin ser lo suficientemente firmes en la aplicación de la Ley de Partidos. Entre los jeltzales se interpretó como una jugada del PSOE para evitar la mayoría absoluta que, según ellos, iba a obtener Ibarretxe en los comicios.
El Gobierno de Zapatero se defendía aduciendo que no había encontrado motivos de ilegalidad en las candidaturas. Después, tras un tiempo de actividad parlamentaria de Ezker Abertzalea, el presidente se jactó de su acierto, pues se demostraba que el grupo no era una marca de Batasuna.
Pero todo cambió cuando se rompió el proceso negociador entre ETA y el Estado. Alfredo Pérez Rubalcaba anunció cárcel e ilegalizaciones y pronto puso todos los mecanismos en marcha para ello.
Ahora habrá que ver en qué términos escribe la sentencia el Tribunal Supremo y qué consideraciones hace sobre el grupo parlamentario. Si ordena su disolución al Parlamento de Gasteiz, habrá que ver cuál es la respuesta de la Mesa de la Cámara en esta ocasión, cuando apenas quedan ya tres meses hábiles de legislatura.
El presidente del Senado y dirigente del PSOE, Javier Rojo, salió ayer por la mañana en defensa de la ilegalización de organizaciones de la izquierda abertzale sin eludir el uso de exabruptos. Según su lectura de la situación, a formaciones como ANV «les dimos una oportunidad de reinsertarse» pero «no han tenido cojones», afirmó textualmente en Radio Nacional de España.
Así las cosas, el dirigente alavés manifestó «tener la tranquilidad absoluta de que se ha hecho lo que se tenía que hacer; se han ilegalizado ellos porque no han tenido coraje y valentía. Se han ilegalizado ellos».
Sin llegar a términos gruesos, tras consumarse también el veto a EHAK su compañero Rodolfo Ares valoró que «nadie puede pretende hacer política para amparar y justificar la violencia». Como el PP, mostró su satisfacción por el fallo judicial.
Gaspar Llamazares, todavía máximo dirigente de IU y supuestamente contrario a la Ley de Partidos Políticos, afirmó que «acata» el veto al partido político de la izquierda abertzale y lo situó incluso como «una oportunidad» para este sector.
En Euskal Herria, EA y Aralar pusieron la nota discordantes respecto a estos pronunciamientos llegados desde Madrid. Ambos hablaron de«aberración».