La intervención de seis bancos centrales no logra infundir confianza
Los seis principales bancos centrales del mundo anunciaron medidas coordinadas contra la falta de liquidez en los mercados financieros globales, para hacer frente a la escasez de financiación en dólares en todo el mundo, y acordaron inyectar hasta 180.000 millones de dólares. La medida que se suma a las inyecciones de las últimas semanas pero no logran restablecer la confianza entre los bancos.
GARA |
La Reserva Federal de EEUU (Fed), el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón (BOJ), el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá y el Banco Nacional Suizo coordinaron una batería de medidas para paliar «las elevadas presiones sobre los mercados de suministro de dólares a corto plazo».
La Fed ampliará en 180.000 millones de dólares la capacidad de intercambio de divisas con los otros bancos centrales para que éstos puedan proporcionar financiación en dólares a las entidades comerciales de sus respectivos países.
El acuerdo de los bancos centrales hará que el Banco de Inglaterra y el BCE lleven a cabo sendas inyecciones de 40.000 millones de dólares en el mercado. En el caso del BCE esta cantidad se suma a los 70.000 millones de euros (99.400 millones de dólares) inyectados el martes y a los 30.000 millones de euros (42.600 millones de dólares) del lunes. El Banco de Canadá anunció inyecciones de 10.000 millones de dólares y el Banco Nacional Suizo un máximo de 15.000 millones.
Por su parte, el BOJ acordó con la Fed un intercambio de divisas por valor de 60.000 millones de dólares para suministrar préstamos en divisa estadounidense en el mercado nipón.
La Fed y los otros bancos centrales se presentan de este modo como garantes últimos de la solidez del mercado financiero global, sumido en el temor y la desconfianza. Pero tres días de ingentes inyecciones de capital de los bancos centrales no han logrado disipar los miedos a una paralización del mercado interbancario. La intervención de ayer tuvo una influencia limitada en las bolsas. Tras una recuperación inicial, la caída de Wall Street arrastró a los mercados europeos al terreno de las pérdidas.
«Un paréntesis»
Los empresarios claman ahora por más intervención pública y el presidente de la patronal española CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, pidió «un paréntesis en el libre mercado» para hacer frente a la crisis económica.
El terremoto financiero obligó en Gran Bretaña al banco Lloyds TSB a adquirir el Halifax Bank of Scotland (HBOS), en una operación en la que ha intervenido el propio primer ministro, Gordon Brown. La fusión creará un coloso de la banca minorista, que controlará alrededor del 28% del mercado hipotecario del país. El ministro de Negocio y Empresas, John Hutton, anunció que el Gobierno facilitará la fusión para «asegurar la estabilidad del sistema financiero británico», modificando para ello la ley sobre la competencia que hasta ahora había impedido operaciones similares. Algunas fuentes señalan que hasta 40.000 de sus 140.000 empleados podrían ser despedidos.
Además, la Autoridad británica de Servicios Financieros (FSA) anunció la prohibición temporal de ejecutar nuevas ventas en descubierto -movimiento especulativo con las que los inversores pueden provocar la caída de acciones- y que han estado detrás de la caída en picado del HBOS. El Estado de Nueva York inició una investigación sobre estas operaciones. Las miradas se dirigen ahora hacia Goldman Sachs y Morgan Stanley, que ayer volvieron a sufrir severas caídas en Wall Street. Morgan Stanley busca en Wachovia y Citigroup un socio potencial con el que fusionar la entidad .
En Rusia el temor no es menor. Las bolsas seguían suspendidas y reanudarán sus actividades hoy, mientras el jefe de Estado, Dmitri Medvédev, aseguró que las autoridades tienen recursos para garantizar la estabilidad financiera del país. El Gobierno chino comenzó a comprar acciones de los tres principales bancos del país para sostener su valor.
El presidente de EEUU, George W. Bush, afirmó ayer que su Gobierno está haciendo todo lo posible para «fortalecer y dar estabilidad a los mercados». A su juicio, las medidas extraordinarias que se han llevado a cabo en los últimos días «están dando resultados» en dar estabilidad a los mercados. Así, citó la decisión del Gobierno de tomar el control de las macroempresas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, la nacionalización de AIG y la intervención coordinada de los bancos centrales. Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, prometió que su Gobierno hará todo lo posible para mantener la estabilidad del sistema financiero y proteger los depósitos de los ahorradores del país y afirmó que es necesaria una reforma del sistema financiero para impedir que se repita la crisis de esta semana.
Respecto al apoyo a la fusión de Lloyds y HBOS, afirmó que «no sólo hemos tomado la medida correcta, sino que hemos dado más estabilidad al sistema financiero». El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, defendió la intervención pública en entidades que puedan poner en riesgo al resto del sector, siempre y cuando esas medidas no «socialicen pérdidas». Afirmó que «la utilización del dinero público se justifica por que perderíamos más de lo que se va a gastar salvando una empresa». Respecto a la acción coordinada de los seis bancos centrales para inyectar liquidez en el sistema, el comisario europeo indicó que «no es una actuación recomendable» pero es «inevitable» porque «el mercado interbancario funciona de manera defectuosa».
La morosidad de los créditos concedidos por las entidades financieras del Estado español llegó en julio al 2,148%, superando el 2% por primera vez en diez años. Sólo un mes antes era del 1,608% y en julio de 2007 el ratio se limitaba al 0,705%.