Urkullu argumenta que su intención es «simplificar» la respuesta al TC
Diez días después del veto judicial español a la consulta, los partidos que sostienen la iniciativa del lehendakari siguen sin concretar en qué va a consistir su estrategia para «internacionalizar el problema» y, por el momento, se han limitado a presentar una recogida de firmas por internet. A este respecto, el presidente del PNV defendió ayer que su objetivo ha sido buscar «una simplificación» en la respuesta para que la ciudadanía se pueda adherir a ella.
GARA |
Diez días después de que que el Tribunal Constitucional vetara la consulta promovida por el lehendakari Juan José Ibarretxe, y al día siguiente de que el cuatripartito -PNV, EA, EB y Aralar- limitara su respuesta a una recogida de firmas por internet, Iñigo Urkullu, sostuvo ayer que estos cuatro partidos siguen trabajando en el «impulso y gestión de iniciativas» en defensa de la consulta y, concretamente, en la búsqueda de una «mayor simplificación» en las medidas que la ciudadanía pueda apoyar.
«Queriendo simplificar el trabajo para los ciudadanos, lo que esperamos de ellos es que muestren su adhesión a estas iniciativas, para que los partidos que hemos hecho que la Ley de Consulta fuera aprobada la podamos seguir reivindicando en los foros europeos internacionales», defendió el líder jeltzale que, en cualquier caso, siguió sin concretar en qué va a consistir lo que llamó «la internacionalización del problema».
Y es que, en la nota de prensa remitida el viernes -ni siquiera hubo una comparecencia conjunta-, las cuatro formaciones que, en principio, sostienen la consulta de Ibarretxe, ni siquiera aludieron a la demanda ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que había anunciado el lehendakari.
En esta línea, Urkullu se escudó en que la respuesta debe ser «más amplia que el mero recurso al Tribunal de Estrasburgo». Así, se refirió al «ámbito de la iniciativa parlamentaria, de la asamblea parlamentaria, del Consejo de Europa, de los movimientos europeos, de los propios partidos políticos europeos» e, «incluso sin renunciar a ello», ante las instancias judiciales europeas. De esta forma, lo que Ibarretxe había lanzado como eje de su respuesta al veto español, Urkullu situó como elemento al que no se «renuncia».
Recurrir, «sin prisa»
Desde EB, sin embargo, afirmaron que no contemplan la posibilidad de que no se vaya a presentar una demanda ante Estrasburgo. Fue Mikel Arana quien explicó que «nosotros sí que entendemos que en la referencia del manifiesto a las iniciativas que se presenten en foros europeos e internacionales, se está hablando del Tribunal de Estrasburgo». Arana, en cualquier caso, defendió que «no hay que tener prisa».
Asimismo, fuentes de EA informaron ayer de que están trabajando en diversas iniciativas para trasladar a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa el debate sobre el derecho a decidir.
Las palabras que el presidente del EBB del PNV utilizó en su charla en el Forum Europa, el miércoles pasado, considerando que el próximo candidato a lehendakari debería estar «con fuerza» y no «condicionado por el pasado», fueron mayoritariamente interpretadas como un envite a Juan José Ibarretxe y un cuestionamiento de su posible concurrencia a las elecciones.
Ayer, sin embargo, Iñigo Urkullu, negó la mayor. «Alguno interpretó que el condicionamiento del pasado era la consulta, y no» afirmó, agregando que «el condicionamiento del pasado es que hay muchas cosas en el pasado, como puede ser una coalición PNV-EA, que no sabemos cómo nos vamos a presentar a las elecciones, como puede ser toda una evolución de estos diez años o un clima político determinado».
En este sentido, Urkullu apostilló que en el PNV no se ha abierto el proceso para elección del candidato de este partido a lehendakari, porque «existen unos ritmos» y no son «como Aznar, que impone a dedo a Mariano Rajoy, ni Zapatero, diciendo quién tiene que ser el candidato a lehendakari por parte del PSE». Por ello, pidió que se respete el «procedimiento interno» de la formación jeltzale, por el que, antes de trasladar a la Ejecutiva el debate sobre el candidato, ve conveniente hablar con Ibarretxe para «saber cómo está».
