La multinacional Shell declaró el estado de «fuerza mayor», que entraña la suspensión de la garantía de los suministros tras los ataques a sus instalaciones por parte de la organización Mend, que reivindicó ayer un sexto atentado en lo que va de semana, esta vez contra otro oleoducto en Buguma Front, en el estado de Rivers (sur).

El Mend, Movimiento para la emancipación del delta del Niger, se ha convertido desde su aparición en 2006 en la «bestia negra» del régimen y ha hecho perder a sus dirigentes y a las compañías un cuarto de su producción petrolera.

El Mend se presenta como el defensor de la causa ijaw, una etnia de 14 millones de personas.

Opera en una zona de difícil control y cuenta con un buen equipamiento de armas.