Crónica | Representación de la pastoral «Xiberoko jauna»
Zuberoa rememora en Etxarri Aranatz sus viejos lazos con Nafarroa Garaia
Tan sólo en dos ocasiones una pastoral suletina había sido representada en Nafarroa Garaia. ayer le tocó el turno a Etxarri Aranatz, que acogió la obra «Xiberoko Jauna», una rememoración de los viejos vínculos que han unido a estos dos herrialdes vascos.
Iñaki VIGOR
A sus 73 años de edad, Jean Louis Davant todavía se siente con ánimo no sólo para seguir escribiendo pastorales, sino incluso para desplazarse de su querida Zuberoa a otros herrialdes y participar en la representación de sus obras. Ayer viajó hasta Etxarri Aranatz para representar el papel de sindic zuberotarra, el equivalente a presidente de la junta general de un valle. Ataviado a la antigua usanza medieval, Davant se presentó a las cuatro de la tarde para hacer una kalejira junto con otros 110 zuberotarras que participan en la representación de «Xiberoko jauna». En realidad, en esta obra aparecen 121 personas, pero ocho adultos y tres niñas no pudieron desplazarse ayer hasta la localidad de Sakana por diversos motivos.
«Xiberoko jauna» es la octava pastoral escrita por el polifacético Jean Louis Davant, que además de miembro de Euskaltzaindia ha alcanzado gran renombre como autor de obras de teatro, narraciones, novelas, versos y crítica literaria. Dos de estas pastorales permanecen «en reserva», según sus propias palabras. Una de ellas rememora la historia de Blanca de Navarra y otra se centra en la vida de Aita Lhande, escritor y uno de los primeros académicos de Euskaltzaindia.
¿Y por qué se ha escogido Etxarri Aranatz para representar «Xiberoko jauna»? El propio Davant lo explicaba ayer antes de iniciar su representación: «Esta obra se centra en la vida de Oier III, un personaje muy poco conocido que luchó muchas veces contra su soberano, que era el duque inglés de Aquitania. Finalmente perdió la partida y decidió pasar a Nafarroa, donde sirvió a los reyes navarros Teobaldo II, Enrique I, Juana I, que se casó con Felipe I El Hermoso, y su hijo Luis. Juana I era la reina verdadera de Nafarroa y su marido era el rey consorte de Francia».
La idea de representar en Etxarri Aranatz la pastoral sobre la vida de este histórico personaje se debe a que Oier III, vizconde de Zuberoa, tomó parte en la fundación de esta localidad de Sakana y en el otorgamiento de su fuero, en el año 1312. Tras su derrota contra los ingleses, Oier III pasó al menos la mitad de su vida en Nafarroa Garaia, donde fue nombrado rico-hombre, Señor de Rada y alférez mayor por servir a los reyes del Viejo Reino pirenaico.
Davant ha dedicado mucho tiempo a investigar la vida de este personaje, porque los datos están muy dispersados entre diversas fuentes. Al final, y tras indagar en 16 libros, ha conseguido reproducir la vida de un personaje prácticamente desconocido en la historia de Euskal Herria. «Esta pastoral es un homenaje a Oier III, pero al mismo tiempo -comentaba Davant- es una ocasión para recordar la historia conjunta de Zuberoa y de Nafarroa, historia que ocupa una gran parte de la obra».
Más de cien actores
La búsqueda de información resultó complicada, pero lo más difícil a la hora de representar «Xiberoko jauna», según reconocía el propio autor, ha sido convencer a 120 vecinos de cuatro pueblos suletinos para que dedicasen siete largos meses a ensayar esta obra. Ese centenar largo de actores no profesionales surgió finalmente de Ainharbe, Ezpeize-Ündüreine, Sarrikotapea y Ürrüstoi-Larrabile, éste último pueblo natal del Jean Louis Davant. Entre estas cuatro localidades juntas ni siquiera alcanzan los mil habitantes, lo que significa que más del 10% de los vecinos, desde niños hasta mayores, han participado en esta obra de carácter popular.
Como ya es tradicional, su estreno tuvo lugar -el último domingo de julio y el primero de agosto- en Ezpeize, y la acogida fue todo un éxito: 4.000 personas en la primera representación y 3.000 en la segunda. La acogida de ayer en Etxarri Aranatz no se quedó atrás, ya que numerosos vecinos salieron a la calle para presenciar el desfile de los actores por el pueblo y después el frontón se llenó para presenciar y aplaudir la obra.
Esta era la tercera representación de una pastoral suletina que tenía lugar en Nafarroa Garaia. La primera vez fue en 1997 en Otsagabia, con la obra «Atharratze», y la segunda tuvo lugar en Elizondo. De esta forma, una obra teatral totalmente popular, como es la pastoral, está demostrando en los últimos años que es capaz de salir de sus tradicionales límites zuberotarras y obtener el reconocimiento en otros herrialdes de Hego Euskal Herria. En Gipuzkoa y Bizkaia las pastorales ya son casi habituales, mientras que en Araba sólo se ha representado en una ocasión: en 2004 en Amurrio.
Aunque es difícil determinar si se trata de la representación teatral popular más arcaica de Europa, Jean Louis Davant estima que las pastorales suletinas tienen al menos tres siglos de antigüedad, «y seguramente más, pero no se tienen pruebas». Lo que sí se sabe es que en la actualidad ya no se hacen representaciones de este tipo en ningún lugar de Europa, y que el último reducto de esta manifestación cultural es Zuberoa, una pequeña zona de Nafarroa Behera y la montaña bearnesa, donde históricamente el euskara era la lengua habitual.
«Mi casa es Euskal Herria»
Precisamente la situación del euskara en Zuberoa se recoge en uno de los cantos de «Xiberoko jauna», situación que Davant resume de la siguiente manera: «Hasta hace pocas décadas, Zuberoa fue muy fiel al euskara. Después su uso bajó mucho entre la juventud, pero ahora las nuevas generaciones lo están recuperando gracias a las ikastolas y escuelas bilingües».
El amor de Davant a su lengua materna y a su pueblo se refleja no sólo en su extensa obra, sino también en sus declaraciones: «Esta pastoral es un homenaje a la libertad y a Zuberoa. Toda Euskal Herria es mi casa, pero Zuberoa es mi madre».
Y cuando le pedimos su opinión sobre la actual situación en Euskal Herria, lo expresa también en tono literario: «Políticamente, muy mala; cultural y económicamente, mejor, y socialmente, va mejorando. Lo político no es todo, es el tejado. Más importantes son los cimientos de la casa, las paredes, puertas y ventanas. Si las paredes son fuertes, la casa puede durar mucho tiempo. Nuestro error es empezar la casa por el tejado. Hay que fortificar los cimientos y las paredes, y abrir las puertas y ventanas».