Una víctima de la autoayuda
«Den du frygter»
Mikel INSAUSTI
Kristian Levring viene a demostrar que hay vida después del movimiento Dogma, aunque siempre fue el más exótico y menos nórdico de sus cuatro fundadores. Su cosmopolitismo le lleva a abordar en “Den du frygter” un tema tan universal como el del falso autocontrol, porque hoy en día nos creemos muy dueños de nuestros actos, cuando no lo somos tanto. El protagonista de este thriller psicológico e introspectivo se crea su propio manual de autoayuda, pero lo peor de todo es que, al ponerlo en funcionamiento, piensa que también es aplicable a los demás. Pretende organizar la vida de las personas de su entorno, cuando ni siquiera es capaz de psicoanalizarse a sí mismo con un mínimo de éxito, y de ahí su peligrosa sociopatía. La suya es la tragedia de un hombre ridículo, de un patético conejillo de Indias para experimentos con gaseosa. Es como una versión individualizada de “Un mundo feliz”, pues necesita de su ración diaria de «soma», ya que el supuesto antidepresivo que le administran en plan de prueba resulta ser finalmente un placebo. Información vital a la que accede demasiado tarde, después de creerse, tal como comenta en un momento de broma con su hija, el Increíble Hulk.
Lo más interesante a grandes rasgos en “Den du frygter” (“Fear Me Not”) es la ausencia consciente de explicación alguna al comportamiento anormal de este hombre, que está a punto de cometer una de esas masacres domésticas que inundan la crónica negra de sucesos. Porque siempre se tiende a intentar saber qué es lo que provoca tales tipo de reacciones violentas en personas con una existencia acomodada y aparentemente resuelta, pero no deja de ser inquietante que ni el propio afectado comprenda, en realidad, la naturaleza oculta de su crisis de identidad.
Menos aún vamos a poder juzgarle los espectadores, en medio de un sentimiento confuso de amor-odio hacia su errática conducta y a la extrañeza y desconocimiento que despierta entre los suyos, debido a que, en el fondo, la que más se resiente es su propia salud mental.