Equipo aguerrido, otro tópico venido abajo
Natxo MATXIN
Sólo un omnipotente Barcelona, que se paseó por el Molinón metiéndole un set al Sporting, cometió menos faltas que Osasuna en la jornada pasada. Los de Ziganda acumularon once infracciones -ocho se le pitaron a los culés- y estuvieron muy cerca de las doce que sumó el Atlético de Madrid, otro conjunto que protagonizó un partido muy cómodo ante el Recre, a quien también goleó.
El resto estuvó por encima de los rojillos y a algunos hasta se les fue la mano, como le sucedió al Mallorca, que acumuló 23 faltas en su partido contra el Depor, próximo visitante de El Sadar.
Como dato añadido, un recién llegado a la disciplina osasunista es quien más `palos' recibe de sus rivales. Masoud todavía no ha conseguido hacerse con la titularidad, pero a pesar de no contar con los mismos minutos que otros, ya ostenta el dudoso honor de ser el futbolista de la Primera División al que más atizan sus marcadores.
Está claro que, desde la profunda remodelación que se produjo la pasada temporada y con la llegada de jugadores con un perfil bien distinto al que se tenía acostumbrada a la parroquia rojilla, el estilo de juego del equipo ha venido virando en redondo, con visos de agudizarse todavía más esa dinámica, hasta el punto de que algunas voces hablan ya de conjunto «blandito».
No sé si ese calificativo hace justicia al manejo de los navarros sobre el césped, pero lo que sí es impepinable es que el tópico de equipo aguerrido y acostumbrado a dar patadas -similar al que advierte de la inexpugnabilidad de El Sadar- se cae por su propio peso.