Mikel Balenziaga ha sido el último futbolista en dejar la Real Sociedad, previo pago de alrededor de un millón de euros, para recalar en el Athletic. El joven lateral de Zumarraga, que ha jugado ya dos partidos saldados con una aportación más que correcta, ha sido el noveno jugador en coger la A-8 y pasar de Zubieta a Lezama. Las experiencias de todos ellos han sido diversas y GARA ha elaborado un pequeño resumen sobre ello.

Corría el verano de 1989, cuando tras los frustrados intentos de fichaje de Txiki Begiristain y, sobre todo, de Joxe Mari Bakero tiempo antes, Howard Kendall solicitó refuerzos a Pedro Aurtenetxe. El presidente ató a a Rípodas, primer futbolista llegado de Osasuna, y también a Lutxo Iturrino y Loren, ambos procedentes de la Real. Se trataron de los primeros casos en saltar de un club a otro. En el caso del mutrikuarra no hubo problemas para cerrar su pase. No obstante, en su estancia como león no tuvo demasiadas opciones y en 1991 se fue al Logroñés tras disputar 30 partidos y marcar 4 goles. Hoy en día entrena al Infantil B rojiblanco.

De Loren a Etxeberria

Donde sí que hubo mucha polémica fue en la contratación de Loren. Aurtenetxe, aplicando aquello de «iremos a por el crack del vecino», pagó los 300 millones de la cláusula de Loren - una cifra récord en la época- y contrató al jugador. La compra levantó una enorme polvareda.

El jugador, sin embargo, no respondió a las expectativas y su rendimiento fue escaso. Fichado como delantero centro apenas metió nueve goles en 69 choques como león. De hecho, Clemente decidió alinearle como central -un puesto en el que se asentaría posteriormente- en un derbi en Atotxa. En 1991 fue traspasado al Burgos -el Athletic se tiró años sin cobrar por su venta-, y de su paso por Bilbo destacan un golazo en Mestalla y unas declaraciones a la revista «Don Balón» en las que cuestionado por su bajo rendimiento aseguraba: «No soy un tarugo». Años más tarde volvió a la Real.

David Billabona fue el siguiente realista en fichar por el Athletic. El irundarra estuvo cuatro campañas en Bilbo y en 68 choques anotó un solo gol. Durante sus dos primeras temporadas fue un fijo en las alineaciones, pero con Heynckes desapareció del equipo. Sin oportunidades, se marchó al Racing. De su etapa como rojiblanco son recordados el oro olímpico que logró en Barcelona y una curiosa anécdota. Fue en Cádiz donde las cámaras le captaron orinando junto a un poste.

Mucho más éxito tuvo Bittor Alkiza. El de Herrera no contaba para Toshack y firmó por el Athletic a cambio de 220 millones de pesetas. Después de dos temporadas titubeantes, en 1996, con la llegada de Luis Fernández, pasó a jugar de pivote. Una posición en la que ofreció su mejor versión y se convirtió en uno de los ídolos de San Mamés. Tras nueve años saldados con un gran rendimiento, un Alkiza aquejado de importantes problemas físicos se volvió a Donostia habiendo jugado 328 choques como rojiblanco.

La llegada de Joseba Etxeberria al Athletic fue todo un golpe de efecto. El de Elgoibar tenía apenas 17 años, había sido Bota de Oro del Mundial Juvenil de Qatar y era la joya de la corona en Zubieta. Ibaigane abonó los 550 millones de su cláusula y las relaciones entre ambos clubes volvieron a deteriorarse. Pasado el tiempo, la inversión se ha demostrado como un enorme acierto y Etxeberria es parte de la leyenda del club. El guipuzcoano ha jugado 473 partidos y ha anotado 101 tantos como león. En breve cerrará su renovación por un año más.

Andoni Imaz fichó en 1998. El de Zizurkil estuvo cuatro años y su paso estuvo marcado por los problemas físicos. Para el recuerdo, el gol que marcó en Tbilisi en Champions.

Zubiaurre y el futuro

Otra gran polémica, el«caso Zubiaurre». El de Mendaro fue presentado por el Athletic en julio de 2005, pero no pudo incorporarse al cuadro rojiblanco hasta el otoño de 2006. El contencioso acabó en los tribunales y los rojiblancos se vieron obligados a pagar cinco millones a la Real. El jugador se encuentra cedido en el Elche y, por el momento, no ha podido debutar.

El penúltimo en llegar fue Igor Gabilondo. El de Añorga lleva tres años en Bilbo y se ha confirmado como un jugador importante. Un camino que Balenziaga espera imitar.

Finalmente, según las informaciones de las que dispone GARA, Iñigo Díaz de Cerio entra dentro de los planes de futuro del Athletic, ya que acaba contrato el próximo 30 de junio.