La Corporación municipal de Iruñea nunca había participado a título oficial en la procesión de San Fermin Txikito, pero este año se había especulado con la posibilidad de que lo hiciera. En medio de toda la polémica que ha precedido a estas fiestas, desde el servicio de protocolo del Ayuntamiento de Iruñea llamaron hace unos días a los Corazonistas para pedirles que reservaran los dos primeros bancos de la Basílica de San Fermin de Aldapa, pero el cura les recordó que esos bancos siempre han estado reservados para la corporación txiki. El mismo sacerdote se prestó a reservar para el Ayuntamiento el tercer o cuarto banco del templo, pero esta opción no fue aceptada.

«Este año el Ayuntamiento se ha querido arrogar como suyos varios actos, y uno de ellos, el que consideraban que podía ser más fácil de usurpar, era la procesión. Pero la apuesta les ha salido muy mal. Se han metido como elefante en cacharrería, sin conocimiento de estas fiestas, sin saber cómo funcionan. Han hecho un tanteo a ver si podían usurpar algo, pero al final han tenido que desistir de venir porque se han dado de cuenta de que éste no es su territorio, no es su gente y no es su entorno. No tenía ningún sentido que el Consistorio saliera desfilando en la procesión». Esta es la lectura que hacía ayer Asier Urzai, colaborador habitual de la Comisión de Fiestas populares en la procesión.

Urzai señaló que esta procesión, a la que asisten habitualmente miles de personas, es probablemente un caso único en todo el Estado español. «Las procesiones son potestad de la autoridad eclesiástica o cofradías, hermandades y similares, pero ésta -recordó- surgió de la Comisión de Fiestas y luego se fueron incorporando dantzaris, La Pamplonesa y otros grupos, primero a título particular y después de forma oficial. La gente ve esta procesión con otros ojos, precisamente porque no tiene carácter oficial y no hay tantísima policía como en otras procesiones. La nuestra es una procesión como más de pueblo, sencilla y tradicional, con un ambiente muy familiar».

Y la verdad es que los hechos le dieron la razón a Asier Urzai, porque miles de personas llenaron ayer las calles de Alde Zaharra para ver desfilar la imagen del santo junto a gigantes, kilikis, cabezudos, fanfarres, txistularis y La Pamplonesa, y nadie pareció echar en falta la presencia de las autoridades.

«Es un sentir bastante generalizado que si el Ayuntamiento quiere colaborar con las fiestas y organizar actos, lo puede hacer perfectamente. Lo que no puede hacer -añadió Urzai- es declararse organizador oficial e impedir a la organización popular histórica que prepare sus propios actos».

La lectura que hacía Dani Saralegi en nombre de Gora Iruñea! era muy similar: «Yolanda Barcina sabía que su presencia iba a ser un insulto a los vecinos de Alde Zaharra, que han dicho muy claro que quiere fiestas populares organizadas desde el barrio y para el barrio. Al final no ha aparecido, quizas porque parece que UPN se empieza a dar cuenta de cuáles son las consecuencias que están teniendo sus actuaciones desde el Ayuntamiento, y tal vez porque cree que ya es el momento de comenzar a reflexionar sobre todo esto y cambiar su política».

«Respuesta vecinal positiva»

A falta de una valoración global por parte de la Comisión de Fiestas, Dani Saralegi hacía una lectura «muy positiva» tanto de la respuesta que han dado los vecinos a la «cerrazón» del grupo municipal de UPN, «que no quería dejar hacer las fiestas que deseaba el barrio», como de la afluencia y participación popular en los diversos actos festivos y de protesta.

«Tanto en unos como en otros ha quedado totalmente claro qué fiestas quiere el barrio, que son las fiestas organizadas desde el propio barrio. Los vecinos le han dicho claramente a UPN -agregó- que tiene que cambiar su política respecto al movimiento popular, y sobre todo en lo que se refiere a las fiestas».

A este respecto, constató que el equipo de gobierno de UPN, «siguiendo su política anti vecinos y anti fiestas, no ha dejado hacer las fiestas que quería hacer el barrio de Alde Zaharra», y recordó que «ha pasado por encima de la moción que había sido aprobada por el Pleno del Ayuntamiento».

«UPN y Barcina están utilizando el Ayuntamiento a su antojo y según sus propias conveniencias partidistas, pero en San Fermin Txikito se han encontrado con la respuesta de los vecinos», agregó Dani Saralegi.

Vecinos de Alde Zaharra informaron de que siete jóvenes fueron detenidos la noche anterior por la Policía Municipal, sin que se conocieran los motivos. A uno de ellos le causaron una brecha en la cabeza y al parecer ayer seguía ingresado en observación en un hospital.