América Latina está pasando de las resistencias a las ofensivas, así lo entienden al menos lo organizadores del III Foro Social Américas que se abre hoy en Ciudad de Guatemala y que se prolongará hasta el día 12.

Y en esas ofensivas, en plural, constatan el papel relevante que en este continente están tomando los pueblos indígenas apropiándose de su propio futuro.

Un foro que se celebra a sólo tres meses del octavo Foro Social Mundial que tendrá lugar en enero en Belém do Pará (Brasil), en plena Amazonia, siempre bajo el lema «Otro Mundo es posible». Durante siete días, más de 350 debates y conferencias reunirán a cientos de delegados de organizaciones, ONG, sindicatos y movimientos sociales de todo el continente, los cuales intentarán globalizar las diferentes luchas que se dan hoy en este hemisferio en torno a los seis ejes temáticos en que está estructurado el foro.

Este tercer FSA se realiza en un contexto «donde no solamente en Sudamérica sino en todo el Hemisferio los pueblos se identifican con la palabra cambio y con unas propuestas de cambio plurales», así lo afirma en una entrevista a ALAI Irene León, integrante del Consejo del FSA.

Para esta ecuatoriana, cuando en el 2004 se realizó en Quito el primer foro hemisférico «estábamos hablando de un contexto de resistencias, en el cual uno de los ejes importantes fueron las resistencias al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas)». Ahora, la región está en una fase en la que lo que se «busca no es sólo resistir sino definirse frente a su propia historia».

León destaca que uno de los ejes importantes «ha sido la resistencia de los pueblos, en general buscando construir una alternativa y, específicamente de los pueblos indígenas que han marcado históricamente una propuesta central de distintos contenidos, y que ahora confluyen en varias iniciativas en lo que se considera las nuevas propuestas de socialismo».

Los organizadores destacan la importancia que tiene realizar esta edición del Foro en Mesoamérica, porque «allí es necesario visibilizar todos los cambios que se están pasando en el Hemisferio, entre esos cambios propuestos en América del Sur y las innovaciones propuestas en términos de alternativas de las cuales los pueblos y los movimientos de Mesoamérica son parte».

Irene León resalta que precisamente Mesoamérica «está presa de las distintas formas de criminalización de la protesta» y recuerda que Centroamérica en particular, «vivió en la época reciente un proceso de revoluciones, de resistencia de distintas formas, luego entró en procesos de paz que han llevado por distintas vías hacia la consolidación de la dominación tal como estaba antes o peor».

Esta socióloga de profesión se refiere también a las «crisis sucesivas , que son crisis financieras pero ideológicamente aplicadas como si fueran crisis reales, como la crisis alimentaria que tiene su base real pero en la mayoría es una crisis especulativa, la crisis energética que tiene otro orden y es mucho más compleja».