La izquierda abertzale dice que el 8 de enero se juzgará al independentismo
La izquierda abertzale recalcó ayer que el 8 de enero se juzgará en el TSJPV el diálogo político, pero también al independentismo. Tras calificar de hipócrita la reacción de PNV y PSOE, toda vez que fueron ellos quienes cerraron el diálogo con este sector, definió como clarificadora la fotografía que se verá ese día: «A quienes fueron fieles a Euskal Herria les traerán en furgón policial; Ibarretxe, López y Ares irán a pie».
Agustín GOIKOETXEA |
La izquierda abertzale, por boca de Itziar Abellanal y Amparo Lasheras, denunció ayer en Bilbo la «falsedad e hipocresía» de las reacciones de PSOE y PNV después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) haya fijado para el 8 de enero el inicio de la vista oral en el proceso penal que se sigue contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe; los dirigentes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares; y los militantes independentistas Arnaldo Otegi, Pernando Barrena, Juan Joxe Petrikorena, Rufi Etxeberria y Olatz Danobeitia por las conversaciones políticas que mantuvieron en 2006.
Las representantes abertzales acusaron a ambos partidos de ser «los que han cerrado las puertas al diálogo político, trabajando precisamente en sentido totalmente contrario». Además, aclararon que PSOE y PNV se sentarán en el banquillo de los acusados en virtud de una legislación impulsada y saludada por ambos para «condicionar y neutralizar el trabajo político de la izquierda abertzale».
Con el actual proceso, que lo enmarcaron en los continuos ataques jurídico-políticos contra el independentismo vasco, se trataría de obstaculizar aún más su trabajo y criminalizar a aquellos fuerzas políticas que traten de tender puentes con él. «Se está persiguiendo a las opciones políticas que mantengan relación alguna de cualquier tipo con la izquierda abertzale», puntualizó Lasheras.
En su análisis, censuró que «nadie está diciendo ni una palabra» sobre las decenas de responsables de Batasuna encarcelados y dispersados «a miles de kilómetros». En esta línea argumental, Amparo Lasheras lamentó que se pretenda «desfigurar el objetivo de aquellas conversaciones políticas» en las que la izquierda abertzale trató de «conseguir un acuerdo político que reconozca el derecho de autodeterminación y territorialidad de Euskal Herria y así resolver de forma democrática el conflicto político».
Abellanal y Lasheras subrayaron que el 8 de enero se apreciará «una foto muy esclarecedora» para la ciudadanía vasca. «A aquellos que en el proceso fueron fieles a Euskal Herria les traerán el día del juicio en furgones de la Policía», a excepción de Arnaldo Otegi recientemente liberado, mientras Ibarretxe, López y Ares acuden a pie.
Esta imagen mostrará, en su opinión, que «este proceso tiene como objetivo principal al independentismo y a todo aquel que ponga en duda el sistema político heredado del franquismo». La izquierda abertzale estima que «a quienes de verdad se va a juzgar es a los militantes independentistas».
A pesar de las trabas a su trabajo diario, manifestaron que «hoy con más fuerza que nunca nos reafirmamos en la necesidad del diálogo político como única fórmula de resolución del conflicto, así como en los contenidos políticos de aquellas conversaciones que se celebraron hace año y medio». «La única solución posible es una solución política y dialogada que pase por el reconocimiento de los derechos nacionales de Euskal Herria», insistieron.
Aclararon a Lakua que para lograr la paz no se necesita que se hagan escenificaciones. «Para conseguir la paz y la solución de los conflictos sólo hace falta tener voluntad política porque, cuando se tiene voluntad política y no se deja llevar uno por intereses partidistas o de ciertos negocios, se puede llegar a la paz y se puede dialogar», defendieron.
Lasheras reiteró que «las premisas para la resolución democrática del conflicto siguen, por parte de la izquierda abertzale, estando encima de la mesa. La solución es política y dialogada y pasa por permitir que los ciudadanos de este país puedan decidir su pasado y su futuro».
El diputado vizcaino de Hacienda y Finanzas, José María Iruarrizaga, aseguró ayer en la comisión de Juntas Generales que fiscaliza a su departamento que no hay «transfondo político» en el convenio que va a suscribir la institución foral con la Gestora de Ondarroa para la gestión recaudatoria ejecutiva de las tasas municipales. A pesar de que la deuda comenzó a acumularse hace cinco años, tal y como denunciaron ayer los apoderados de la izquierda abertzale, el cobro ejecutivo ha sido decidido por el PNV, que copa la Gestora, después de que los vecinos de la villa marinera emprendieran el camino de la insumisión a los pagos.
Cientos de ondarroarras se niegan a pagar las tasas a una Gestora que «no respeta los derechos democráticos» de aquellos que dieron con sus votos la Alcaldía a la izquierda abertzale. Ante la decisión adoptada por la entidad que preside el jeltzale Félix Aranbarri, los junteros independentistas acusaron al PNV de carecer de legitimidad «para gestionar el dinero de los vecinos y vecinas de Ondarroa a su antojo».
Para la apoderada Begoñe Agirre, la desobediencia a la Gestora «no es sino el reflejo de un problema de mayor transfondo» ante el que no se pueden adoptar medidas punitivas a través de la Diputación vizcaina. Aizbea Atela, portavoz jeltzale en la Cámara foral, reprochó a la izquierda abertzale que «pidan derechos cuando niegan los más elementales al resto».
Agirre, por otra parte, incidió en que los 2 millones de euros de deuda no son sólo fruto de la campaña, sino de las deudas que acumulan empresas desde hace cinco años.
Pese al final del diálogo, que ahora será además sentado en el banquillo, Abellanal y Lasheras incidieron en que la solución pasará por «los contenidos de las conversaciones de hace año y medio».
