Raimundo Fitero
Carótidas
A alguno, aunque controlemos las reacciones primarias, domeñemos nuestros impulsos básicos, hagamos una batalla de sumo constante con nuestro carácter, nos cuesta mucho que se nos inflamen las carótidas cuando algo nos sorprende, nos enciende, nos coloca ante el absurdo de algunas circunstancias que suceden ante nuestros filtros informativos. En medio del escándalo financiero en el que vivimos, resulta que a una empresa que va muy mal, que ha sido reflotada, sus dirigentes, para celebrarlo se dan una cena a tres mil euros por cabeza, y digo yo que incluiría alguna cosa más que caviar, champán francés y suite con vistas. Pero nos lo cuentan y nos resbala por encima de nuestra capa de grasa inmovilista.
A los niños se les va a amenazar actualmente con la Bolsa. Nena, duerme o llamo a un ministro de Hacienda. O te estás quieto o va a llegar un agente de Bolsa. Todo hace ver que cambia para que nada se mueva. Y en la programación televisiva es donde podemos encontrar la confirmación a este aserto demoníaco. Uno de los espacios que más audiencia tiene en ETB-2 es una serie que hace décadas reheléenlo horas en una cadena privada, protagonizada por ese ser inexpresivo con barba que cobra como una estrella sin llegar a ser ni siquiera un actor, Chuck Norris y su «Walker Texas Ranger».
Sus resultados son muy buenos, pero lo que hay que señalar es que la serie se emite en la mayoría de las cadenas autonómicas que forman ese ente llamado Forta, y, ante los datos ofrecidos, uno siente la hinchazón de las carótidas porque en todos los lugares obtiene audiencias considerables, lo que significa que en todas las casas cuecen habas.
Conviene señalar que estas cadenas autonómicas son todas de titularidad pública y que tienen la fea costumbre de ponerse de acuerdo para la compra de productos de esta índole, arrebatado como les fue el fútbol hace unos años, se dedican a comprar películas de tercera categoría que se pasa por todas esas cadenas, y algunos concursos infectos. Pero, ¿qué decir de la serie mencionada? Pues lo mismo que cuando se emitió, tiene un tufo reaccionario, una ideología ultra conservadora que aterra. Y no podemos parar las carótidas.