«La filosofía se parece más a la alta montaña que al funcionariado»
Daniel Innerarity recibió ayer el premio Eusko Ikaskuntza de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales, un galardón con el que se reconoce que «en esta sociedad hay un espacio para la reflexión, el que yo puedo representar ahora en el ámbito de la filosofía política y social».Odeia AIESTARAN | DONOSTIA
Daniel Innerarity recogió ayer el premio Eusko Ikaskuntza-Euskadiko Kutxa de manos del lehendakari Juan José Ibarretxe, en un solemne acto celebrado en el Palacio de la Diputación guipuzcoana. Innerarity (Bilbo, 1959), doctor en Filosofía por la Universidad de Nafarroa, insistió en que lo premiado ha sido la filosofía en sí y, por eso mismo, quiso realizar una defensa de «ese peculiar oficio en una sociedad que valora más las otras ciencias». La filosofía se trata, según sus palabras, «exactamente de un ejercicio muy provechoso para mejorar nuestra atención sobre la realidad». Indicó, además, que «vela por algo que es la conquista de toda cultura, lo protege y hace valer: la inconvenciencia de reprimir sus necesidades y problemas elementales declarándolos superados». Quiso explicar también que, en su opinión, «los asuntos más interesantes no son las soluciones, sino los problemas. Tenemos que elegir entre adquirir la destreza para solucionar los problemas que nos vienen dados o dedicarnos a identificar, formular o replantear los problemas mismos». En ese sentido, aclaró que es ahí donde radica la peligrosidad a la que la filosofía se expone habitualmente y que «no ha merecido ningún reconocimiento». Por eso, destacó que el «oficio» al que se dedica «se parece más a la alta montaña -otra de sus grandes pasiones, como confesó- que a la vida de un exacto funcionario».
En el acto también intervino el presidente de Eusko Ikaskuntza, Xabier Retegi, quien, junto con los representantes de instituciones y las universidades vascas, destacó el compromiso del galardonado con «su investigación, su labor docente y los problemas de Euskal Herria». Retegi incidió en la labor del filósofo y le definió como «uno de los grandes pensadores actuales de este país», reconocido internacionalmente. El galardonado es autor de nueve libros, entre los que destaca «La transformación de la política» (Premio de Ensayo Miguel de Unamuno 2002 y Premio Nacional de Literatura, modalidad de ensayo 2003).
«La sociedad vasca nos está exigiendo a todos una nueva cultura política, un cambio de mentalidad, una política con más ideas y menos tácticas, con más proyectos y menos maniobras, que introduzcamos una perspectiva de largo plazo y abandonemos las viejas categorías que todavía pueblan el discurso político».