«Ariadne auf Naxos», la ópera de Richard Strauss, regresa a Bilbo diez años después, con la soprano canadiense Adrianne Pieczonka como protagonista. La obra se interpretará en el Euskalduna los días 18, 21, 24 y 27 de este mes y, tal y como ha subrayado el director artístico de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO), Jon Paul Laka, se trata de «una ópera en la que jugamos a hacer ópera».

El argumento de la obra, que conjuga el mito clásico de Ariadne con el proceso creativo de una ópera y sus problemas para llevarse a cabo, supone un ejemplo de la defensa que Strauss hizo de la ópera cómica durante su vida. Otra de las características más representativas de «Ariadne auf Naxos» es el extenso reparto que exige, con 16 cantantes solistas. Según Laka, «sus papeles pueden ser cortos en duración, pero no permiten ni el más mínimo fallo para que la ópera funcione con la agilidad necesaria para que llegue al público su mensaje».

El director ha hecho referencia, además, a la complejidad añadida de que esta ópera requiera una orquesta de cámara, la «Kammerorchester Basel», en vez de una orquesta sinfónica al uso, ya que «el papel de cada uno de los músicos es indispensable» al tener que «ser tremendamente ágiles» para pasar del drama a la comedia en segundos, tal y como precisa la obra en algunos momentos.

Además de la soprano Pieczonka destacan los personajes del Dios Baco y de Zerbinetta, un cantante cómico que será representado por la soprano rumana Valentina Farcas.