Crímenes del franquismo
PSOE y PP dejan ver su malestar con el auto judicial sobre el franquismo
Pese a que la iniciativa de la Audiencia Nacional sobre los crímenes franquistas no deparará ningún resultado práctico dado que todos los responsables han muerto, tanto PP como PSOE no ocultaron ayer su incomodidad con la situación creada. Desde el PSOE, el diputado Ramón Jáuregui dijo que el objetivo de la Ley de Memoria Histórica no era en ningún caso «abrir una causa general». Desde el PP, se habla de «disparate», «esperpento» o «error gravísimo».
GARA | MADRID
En su propio auto, Baltasar Garzón remarca el corto o nulo recorrido de su iniciativa judicial, que en palabras suyas, no pretende ser una revisión de la guerra del 36 y el franquismo. Pero el malestar no sólo en el PP sino en el PSOE era evidente ayer.
El secretario general del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso, Ramón Jáuregui, dejó claro que la Ley de Memoria Histórica -tachada de insuficiente por formaciones que padecieron la represión-, «nunca pretendió una causa general contra el franquismo, ni una investigación penal».
Asimismo, calificó de «dudoso» el camino jurídico de esta resolución y la posible naturaleza de crímenes contra la humanidad de los delitos. «No creo que la investigación penal de estos hechos vaya a llevar a ningún lugar porque los presuntos responsables han muerto».
«Cuando el Ministerio de Justicia certifique las actas de defunción del general Queipo de Llano o del general Franco, esa causa, penalmente, ha muerto», insistió. Subrayó de nuevo que la ley aprobada por el Congreso no contemplaba ningún proceso contra responsables de las desapariciones y muertes.
Bono: «No remover»
Su compañero de partido y presidente del Congreso, José Bono, dijo «respetar la memoria de quienes murieron en condiciones indignas», pero pidió «no remover el pasado».
«Si desean que se identifiquen sus restos para darles sepultura es de Justicia, pero la Guerra Civil ocurrió hace setenta años, e independientemente de nuestra posición ideológica hay que respetar la memoria de quienes murieron en condiciones indignas, pero no invocar aquellos hechos para remover de un modo en que el odio haga acto de presencia», sostuvo.
Parafraseando a Manuel Azaña, presidente republicano, manifestó que «los muertos de uno y otro bando estaban pidiendo paz, piedad y perdón».
El pasado 14 de junio, durante un homenaje a unos 300 ex presos y sus familiares en el Congreso, Bono abroncó a un represaliado del franquismo por el simple hecho de exhibir una bandera de la República. Dijo que el Congreso «es la casa de la legalidad que marca la Constitución, por lo que no puedo aceptar manifestaciones que no son legales en este momento».
De entre las filas del PP, su presidente fundador, Manuel Fraga, no tuvo pelos en la lengua. «Es un disparate que un señor se autodefina competente en un asunto que es muy discutible que tenga competencia nadie puesto que ya hubo leyes de amnistía», subrayó. Acto seguido, tachó de «disparate y gravísimo error político» hablar de las heridas de la guerra del 36.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, mientras, definió como «esperpéntica» la petición del certificado de defunción de Franco. «Es como si pide la de Napoleón» por los sucesos del 2 de mayo de 1808, añadió.
En respuesta a quienes «pretenden limpiar su expediente llamándonos franquistas», declaró que «el PP no estaba en la guerra civil».
La portavoz del partido en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, tampoco se salió del guión. «Creo que es un auto sorprendente y no precisamente para bien. Como perteneciente al mundo del derecho, veo muchos defectos procesales», comentó. Como ejemplo de los «fallos», citó la decisión de la Fiscalía de recurrir el auto.
«Sin discusión política»
«Yo vuelvo a repetir, el hecho de que la Fiscalía inmediatamente haya reconocido que va a recurrirlo, pues pone en evidencia que no puede discutir políticamente sobre estas cuestiones».
«Estas cuestiones las tienen que hacer los historiadores, se tiene que analizar todo lo que allí pasó de una manera bastante profesional y neutral. Años después, tratar de trasladar o achacar a determinadas formaciones políticas o determinadas personas cuestiones que pasaron hace 70 años, no tiene desde luego ningún sentido», insistió. También criticó lo que llamó «obsesión» de «ciertos partidos por reabrir temas que se resolvieron durante la Transición».
En la línea opuesta, el diputado de CiU Jordi Xuclà reclamó que se inicien los trámites para declarar nulos los juicios políticos que se produjeron durante el franquismo, tal y como contempla la Memoria Histórica.
El consejero de Justicia de Lakua, Joseba Azkarraga, rechazó la actuación de la Fiscalía, «es decir, del Gobierno español», que quiere «evitar que se conozca la verdad».
Los principales medios internacionales se hicieron eco de la orden de reabrir 19 fosas comunes, destacando la del poeta Federico García Lorca, así como las reacciones en contra al auto judicial de Baltasar Garzón.
El británico «The Guardian», por ejemplo, subrayó «el rechazo tradicional» del Estado español a «investigar» a los responsables de la muerte y desaparición de Lorca y de otras 100.000 personas. Recordó también la orden de detención internacional dictada por el magistrado en 1998 contra el dictador chileno Augusto Pinochet, al tiempo que destacó «las críticas» a los jueces españoles por «investigar crímenes cometidos por otras dictaduras sin revisar el franquismo», y «el pacto no escrito de olvido» en la transición.
En términos similares, «The New York Times» incidió en que «el silencio y el pacto de olvido de las atrocidades del pasado fueron los pilares de la transición» tras la muerte de Franco y en la «controversia» que genera la memoria histórica. BBC abrió su página web con una ilustración del «Guernica» de Picasso bajo el título de «revisión del pasado de España». En el desarrollo de la información, el corresponsal de la cadena en Madrid resaltó que «la guerra civil jamás ha sido investigada por un juez». Además del texto principal, se incluyen varios links a reportajes anteriores sobre la guerra del 36, el exilio, los archivos de Salamanca, las asociones para la recuperación de la memoria histórica o la figura de García Lorca, ampliamente recogida también en los demás medios.
A. L.